INFORME SOBRE EL MONASTERIO DE DONAS QUE SE ELEVA
A LA COMISIÓN DE CULTURA DE NUESTRO EXCMO. AYUNTAMIENTO

Tras el desgraciado derribo del ala izquierda de nuestro monasterio de Las Cascas o de Santa María de Dueñas, ocurrido el día 13 del corriente mes, y demostrada la falta de sensibilidad que las autoridades autonómicas mantuvieron ante la realidad histórica del monumento más antiguo de la desaparecida villa de Untia, el cronista que suscribe ruega a su Excmo. Ayuntamiento se tengan en cuenta las siguientes consideraciones:

1. Consideramos preciso que las piedras del derribo, en concreto las de sillería, no salgan de nuestro municipio y queden en custodia del Ayuntamiento, con el fin de preservarlas por su posible interés o importancia.
2. Que se mantenga en pie el muro que todavía no fue derribado, y en el que se conserva una puerta con dobelas de sillería y tímpano del mismo material, posiblemente de la remodelación del cenobio en el siglo XV o XVI.
3. Que a la mayor urgencia se declare de interés histórico local, y por tanto de su patrimonio cultural, todo el conjunto. Nos referimos a la estructura que resta y que conforma una simetría rectangular cerrada por cuatro caras, quedando en la parte anterior el muro de cierre del patio del Convento, por un lateral el muro no derribado, por otra la fachada del arco principal y por otra el ala derecha del Monasterio, todas ellas con necesidad de una urgente restauración.
4. Que teniendo en cuenta la fundación efectuada por el Rey Don Alonso en 1138, y las sucesivas de Dª Urraca y Don Bermude, ya obrantes en el expediente remitido por este mismo cronista a la Xunta de Galicia, Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia, Dirección General del Patrimonio y a nuestro Ayuntamiento, en la primera intentona de derribo, hace diez años, este monasterio fue fundado con fines claramente religiosos, por lo que entendemos que su salvación sería reconvertirlo en iglesia, y que el cierre que se conforma sea atrio de la misma, con dos puertas en ambos arcos, de manera que siempre se pueda mantener resguardado, al mismo tiempo que servir para actividades tanto de los feligreses como de los ciudadanos en general.
5. Es importante que en el ala derecha se mantengan los asientos lectores de sus ventanas, de manera que en ningún momento se pierda la condición monacal para la que fue construido, y en consecuencia su memoria histórica. Esta memoria histórica podría bien realzarse mediante la colocación en el patio de una estatua que represente a Dª Urraca, o al Rey Alfonso IX, pues es bien sabido y demostrado que de este monasterio salieron los fundamentos de la actual ciudad de Betanzos.

Por todo lo anteriormente expuesto cabe una conclusión: la imperiosa necesidad de conservar al máximo lo que se pueda, con la mayor dignidad factible y como único medio de reparar en una pequeña parte el mal ocasionado. Mal que unicamente la historia podrá juzgar y mal al que, a pesar de nuestros esfuerzos, nos ha sido imposible frenar.

Nuestro Ayuntamiento debería exigir responsabilidades a quienes sin haber levantado planos, sin haber visitado el edificio, sin ni siquiera haber accedido a él, ordenaron el derribo total, únicamente en favor de unos centímetros de acera. Buena solución habrían tenido únicamente desviándolos sin atreverse con el monumento en favor del asfaltismo imperante, del que tanto saben los causantes señores Almuiña y Carrión.

 

Betanzos a 29 de abril de 1993
Fdo. José Raimundo Núñez Lendoiro [Sellado y rubricado]