Crónicas para la Historia de Betanzos
El presidente de Panamá en Betanzos
9 septiembre 2014 • Blog
A las seis de la tarde del pasado sábado día 6 de septiembre, llegaba al palacio consistorial de Betanzos, dos horas más tarde del programa inicial a causa del retraso del avión, la comitiva que acompañaba a don Juan Carlos Varela Rodríguez, presidente de la República de Panamá, su encantadora mujer la periodista doña Lorena Castillo García, y Adrián y Stefan, dos de sus tres hijos. Con anterioridad habían mantenido una reunión en Santiago con don Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia, y con quien visitaron la catedral compostelana en unión de don Jesús Silva Fernández, embajador de España en la mencionada nación centroamericana, que les ilustró sobre el monumento y tradiciones.
Le esperaban frente a la puerta del ayuntamiento y saludaron, la representación oficial presidida por don Ramón García Vázquez y doña Alejandra Pérez Maquez, alcaldes de Betanzos y Bergondo; don Antonio Vázquez Lorenzo, don José Angel Rodríguez Prieto y don Pedro Gómez Patiño, portavoces respectivos del PSOE, PPdeG y CxB en el ayuntamiento de Betanzos; doña María Begoña Calviño Dorado, concejal del PSOE de Bergondo; y don José Raimundo Núñez-Varela y Lendoiro, cronista oficial de Betanzos, Miño y Paderne. Su primera impresión la dedicaría a la orografía del entorno de la ciudad, que le recordaba la región de Pesé, donde se había establecido su abuelo don José Varela Blanco. Lo más emotivo sería, sin duda alguna, el entrañable encuentro con nueve familiares que acudieron a la recepción, sin faltar su prima doña Carmen Siso, cuyos abuelos eran hermanos, y parentela que a pesar de haber mantenido una estrecha relación con las ramas establecidas en ultramar, no habían tenido la oportunidad de conocer.
Acto seguido accedieron al zaguán del concejo, donde el cronista oficial informaría a los ilustres visitantes sobre el edificio construido por Ventura Rodríguez en el siglo XVIII, y los blasones y bustos que pertenecieron al antiguo palacio, con especial hincapié en el escudo de Galicia que, realizado en piedra policromada, es la más antigua representación heráldica del Reino.
Ya en la Sala Capitular y Planta Noble, el alcalde les dio la bienvenida e invitó al presidente a que firmase en el libro de oro de la ciudad, y texto rubricado que seguidamente leyó a los asistentes con dedicatoria a «una hermosa ciudad muy cerca de mis raíces», para proceder a continuación al intercambio de obsequios, con sus correspondientes aplausos. La primera autoridad brigantina le hizo entrega de una placa conmemorativa del evento; un documentado estudio sobre su Casa, incluidos dos bosquejos genealógicos y varias certificaciones, realizado por el cronista oficial, al que el presidente convocaría al estrado para agradecer su elaboración y comentarlo en unión de su mujer e hijos; un recuerdo del globo sanroqueño y el folleto turístico Betanzos tradición y futuro editado por el ayuntamiento. Por su parte, la alcaldesa le obsequió con una metopa de A Senra, de la antigua sociedad «Bergondo y sus contornos», centro de instrucción y recreo creado por sus paisanos residentes en New York e inaugurado el 12 de julio de 1936, y un lujoso libro sobre el pazo de Mariñán, editado por la Diputación Provincial, situado en la parroquia de San Salvador y cercano al domicilio de sus antepasados. El presidente correspondió con sendos tomos sobre el Palacio de las Garzas, sede del ejecutivo panameño, que entregó a ambos alcaldes, para continuar con la toma de fotografías protocolarias recordatorias de la recepción y encuentro, además de interesarse por las obras pictóricas que cuelgan de las paredes del antiguo y noble salón de sesiones. Todo ello dentro de un ambiente distendido y afable, como definidor de la histórica visita.
Con posterioridad, acompañados por los dos alcaldes, representaciones oficiales y familia, realizaron un breve recorrido por la urbe que, debido a la premura impuesta por el tiempo, se limitaría a la visita de la iglesia de Santiago, matriz de la ciudad, en cuya puerta lateral inmediata al ayuntamiento serían saludados por el párroco don Santiago Pérez González y por el presbítero emérito don Miguel Martínez Fernández. En el interior, les mostramos la imagen de la Santísima Trinidad, patrona de los alfayates, cuyas constituciones pertenecen al año 1162, y que lo convierten en el gremio más antiguo de España; el lugar que ocupó en la Capilla Mayor y lado del Evangelio, entre otros miembros de la realeza, Jacobo Estuardo de Inglaterra, para oir Misa el 17 de abril y 5 de mayo de 1719 ante el Santiago Apóstol que la preside; la capilla del Arcediano, con las tumbas de don Pedro de Ben y su hermano, y el artístico retablo plateresco dedicado a San Pedro y San Pablo, obra de Cornelius de Holanda (s.XVI), y en la que le informamos que en esta iglesia habían sido confirmados sus antepasados don José Antonio y doña Ramona Varela Blanco, el 3 de noviembre de 1875.
Desde esta capilla accedieron a la sacristía, donde se interesaron por el cuadro de la Virgen de Guadalupe, patrona de América, que preside el recinto, y por la Puerta del Perdón, en la que ganaban el jubileo los enfermos peregrinos con imposibilidad para llegar a Compostela. En esta estancia el presidente firmaría en el libro de visitas, y serían obsequiados con un reloj de sol incrustado en una vieira, factura de Sargadelos, y que agradecieron con la entrega al cura, por la primera dama panameña, de un rosario que la víspera le había regalado el Santo Padre Francisco durante su audiencia en el Vaticano. Tras su regreso a la nave del templo, solicitaron del párroco que les diese la bendición, que recibieron en corro y recogimiento juntamente con sus dos hijos, y que abandonaron por la misma puerta de acceso.
Continuamos por la plaza de la Constitución, efectuando una ligera parada ante la Casa Núñez, donde respondimos a la consulta del presidente de si seguía dedicada a sede bancaria, y le haríamos una reseña sobre la Fundación Centro Internacional de la Estampa Contemporánea (CIEC), creada por el propietario del edificio, nuestro pariente el ilustre artista don Jesús Núñez Fernández, a la que acudían a formarse en bellas artes alumnos de distintas nacionalidades, incluyendo latinoamericanos, y donde existe un importante museo de arte contemporáneo. En la Puerta de la Villa, les informamos sobre los blasones empotrados en el muro, pertenecientes a la desaparecida Puerta Real, y en especial sobre el escudo de los cinco copones que representa al Antiguo Reino de Galicia, cuando se componía de otras tantas provincias (s.XVI). Al caminar por la Rúa Traviesa, les explicamos la estructura morfológica de la ciudad, la historia de esta calle y travesías, para reparar en los símbolos masónicos tallados en la puerta de la Casa Limiñón, además de la Casa del Pueblo, levantada con capital indiano y legado de don Jesús García Naveira, para detenerse frente a la casa señalada con el número 12 , esquina con la Calle del Oro, donde habrían de habitar y arraigar sus parientes y en cuyo bajo regentaron la desaparecida mercería Galicia. A la puerta de esta casa, sus familiares les hicieron entrega de un álbum con fotos y documentos privados, al que dieron una vista compartida con sus acompañantes.
Regresaron por la misma vía al punto de origen para despedirse de las autoridades brigantinas a las 19:50 horas, no sin antes haber manifestado el presidente al alcalde su interés de que esta visita quedase reflejada en alguna obra de instrucción pública de la localidad, mediante la dotación de alguno de sus servicios, y continuaron hacia la casa de sus antepasados en Montecelo, en unión de su familia y de la representación bergondesa.
Hemos compartido una estancia inolvidable con el presidente, su familia, y distinguido séquito, del que mantendremos el recuerdo como persona inteligente, honesta, sincera y firme en sus principios, transmitidos por sus mayores «con mucha fe y perseverancia», entre otras cualidades que le han valido la confianza de su pueblo, y por supuesto el respeto y admiración del autor de la presente crónica.
Nos unimos a la calificación de visita histórica efectuada por los dirigentes locales, a la par que enormemente fructífera para reforzar las relaciones entre Panamá y España, en las que Galicia, como se ha visto, juega un importante papel.