Una crónica inédita en el centenario del ferrocarril de Betanzos a Ferrol
19 mayo 2013 • Blog
El pasado día 5 del corriente mes conmemoramos el centenario de la línea ferroviaria que pasa por Betanzos en dirección a Ferrol. La otra estación de Betanzos-Infesta había sido inaugurada el 1º de septiembre de 1883, si bien a desmano para la actividad mercantil y el transporte de viajeros, según se entendía por entonces, como veremos.
El 12 de diciembre de 1895, se constituía en nuestra ciudad una «Junta Popular Gestora del Ferrocarril de Betanzos a Ferrol», formada por un selecto grupo de caballeros brigantinos bajo la presidencia de don Maximiliano Linares Rivas, hermano del Ministro de Fomento, quienes habrían de favorecer a nuestra ciudad, además, con otros proyectos como el de la apertura de la carretera de enlace desde Cachiñas de Arriba a la Avda.,de las Cascas, hoy dedicada a Don Jesús García Naveira. Para sus escritos, contaban con papel impreso en cuyo encabezamiento figuraba «JUNTA POPULAR», y debajo «BETANZOS», del que conservamos algún ejemplar en nuestro archivo privado.
Dicha Junta habría de contar con la importante colaboración del intelectual brigantino don Francisco Javier Martinez Santiso, al que encargarían la redacción de los escritos e instancias que elevarían a diferentes organismos, para conseguir los fines propuestos. En nuestro archivo particular obra el borrador incompleto, inédito, sobre una instancia dirigida al Ministro de Fomento, con la súplica de que en el concurso de explotación de la linea férrea Betanzos-Ferrol, se aplicasen las mismas tarifas de viajeros que las que se venían aplicando en las restantes lineas ferroviarias.
Aunque se trata de una densa exposición, muy al estilo de la época, consideramos su contenido de especial importancia para un mejor conocimiento del ánimo y sentir de entonces:
«Exmo. Sor,
La ciudad de Betanzos, constantemente combatida por la fortuna se ve hoy en la necesidad de acudir al Gobierno de S.M. para evitar su desaparición. Poco a poco la desdicha que sobre ella pesa ha ido reduciendo su importancia y acabando su vida; dejó de ser cabeza de una de las más importantes provincias de Galicia, perdió luego gran parte de su riqueza mercantil por virtud del ferrocarril á la Coruña de cuya linea quedó apartada, ha visto después, con dolor, disminuir su población, que emigra al extranjero y cuando la esperanza de salvación renacía con ocasión de la apertura del ferrocarril al Ferrol parece asistir a la lectura de su sentencia de muerte cual si hubiese cometido algún delito nefando, tales son los males que la amenazan.
Sin embargo es Betanzos todavía cabeza de la fértil comarca de las Mariñas, centro de un territorio si no extenso, relativamente importante por la densidad de su población, excede de 150.000 hab., teniendo sólo su partido judicial cerca de 100.000, es decir, casi tanto como algunas provincias de España. No obstante parecer alejado de la costa y ser su puerto el más interior del Golfo brigantino todavía el mar avanza 5 ó 6 kilómetros más arriba. Las ferias, mercados y romerías y fiestas que en ella se celebran á pequeños intervalos durante el año, las numerosas e importantes que tienen lugar en sus inmediaciones y para la que es punto obligado de etapa danle alguna vida que sufrirá quebranto si los gobiernos, celosos siempre, de fomentar la riqueza pública, no atienden solícitos á remediar los males que la amenazan.
Su aduana marítima no es la última de las gallegas y alcanzará más importancia dado el emplazamiento de la nueva estación del ferrocarril si no se le ponen trabas para el transporte de viajeros, encargos y mercancías.
Hállase Betanzos 26 kilómetros más al interior que la Coruña y a unos 40 del Ferrol, estos dos puertos no sólo van á disfrutar las ventajas de la protección oficial en todos los órdenes sinó también á gozar de un régimen de privilegio por la rebaja de sus tarifas como puerto. Protejen á los grandes que tienen vida por virtud de los centros militares, administrativos, de todos los órdenes de que disfrutan y se posterga á los pequeños ó los desposeídos, más necesitados de amparo; sería simplemente una desigualdad imitante si todos estuviesen en iguales condiciones por su emplazamiento y su riqueza y es un crimen cuando se derraman los tesoros soltados sobre los ya mimados de la fortuna y se niega todo auxilio a la desheredada.Un billete de ferrocarril, desde casi todas las estaciones de España, es más barato á la Coruña que á Betanzos, no obstante estar Betanzos más al interior y ser por consiguiente menor el recorrido y menores también las responsabilidades de las Compañías y no se diga que esto ocurre por virtud de la ley, porque la ley favorece por igual unos y otros y sinó véase al efecto el artº 7 (único que hace referencia á esta materia… se transcribe), bien claro está el texto y el espíritu del precepto todos los puertos desde Gijón hasta Vigo deben disfrutar tarifas que les permitan sostener la competencia con los demás del Cantábrico y con la estación de Irún.
Pero al redactar las condiciones para la adjudicación de las lineas del Noroeste por R.O. de… cuya regla 9 etc.etc. se ha interpretado el precepto legal tan sólo en favor de unos cuantos, los menos necesitados de amparo y se suplantó por una R.O., acaso por favorecer á una Compañía y á unos cuantos mercaderes, lo que debiera ir incólume á las condiciones de adjudicación en beneficio de todos.Ahora va a sacarse a concurso la explotación de otra linea de la red del Noroeste, la de Betanzos al Ferrol y claro está para dar al Ferrol un régimen de protección, que ha de figurar en las bases no puede apelarse a la R.O. es menestrer ir al artº 7º de la Ley y ahora en conciencia no puede omitirse hacer extensión á los pequeños necesitados lo que ha sido privilegio de los grandes, ahora sería una injusticia volver á dar al texto legal una restricción que no contiene por parte alguna, sólo con el objeto de favorecer á pueblos boyantes y de hundir y acabar con los desvalidos.
Si en el terreno de la ética los hombres de bien nos guardamos siempre de llevar al seno de una familia, sin causa legítima, el luto, la desgracia ó la miseria, con mayor causa moral, no puede esperarse que un gobierno, que al fin es el protector natural de los pueblos que lo tienen, ocasione la pobreza y la desgracia de un pueblo entero cuya única falta está en su desamparo y en haber sufrido con paciencia sus adversidades.
Ya hemos apuntado las razones legales las razones morales, vengamos ahora á los principios de equidad en que se funda nuestra petición. Fuere Betanzos un punto situado más allá de la Coruña y se explicaría, prescindiendo de toda disposición que las tarifas y billetes desde el interior á Betanzos fueren más elevadas que á la Coruña. Pero sucede todo lo contrario es un puerto, ya queda dicho emplazado antes de la de Ferrol y Coruña, es justo ¿ es equitativo que los precios desde el interior sean mayores ? No ha sido hecha la ley para que los puertos de Galicia y Asturias puedan sostener la competencia con la de Santander y Vascongadas, para hacer posible la vida de todos, como no ha de esperarse racionalmente que los de Galicia y Asturias sostengan la competencia con sus hermanos de la misma región.
Situado Betanzos en el vértice de los que van á Coruña y Ferrol si se establece un privilegio para estas poblaciones ¿ no ha de sufrir la primera el aniquilamiento y el bloqueo económico ? Claro se ve y más aún si no tiene por otros conceptos las ventajas que estas dos ciudades disfrutan en otros órdenes.
Pudiera creerse que otorgar á Betanzos las mismas tarifas que disfruta la Coruña y disfrutará el Ferrol sería un perjuicio para estas dos, nada, sin embargo más equivocado ¿ Por ventura cabe el temor de que los trasatlánticos que recalan en la Coruña vengan á fondear á Betanzos ? Los grandes acorazados que anclan en la hermosa bahía del Ferrol se surtirán en nuestro puerto ? Es cierto que Betanzos disfrutó en pasadas épocas una ría profunda y limpia, pero hoy nuestro puerto no puede dar envidia á ninguno salvo que el Mandeo estuviese en la isla donde corren el Tyne el Clyde; el Mersey.
Tampoco puede ser un daño para la Compañía concesionaria ni para otra alguna, véase lo que sucede hoy, las mandaderas y vendedoras que circulan en gran número diariamente entre la Coruña y Betanzos, toman desde la primera de las estaciones los billetes al interin que les encargan los viajeros, sirviéndose de él llegan á la estación de Empalme donde entregan el billete al que ha de utilizarlo hasta el punto de destino. Es decir que con un mismo billete viajan dos personas en menoscabo de los intereses de la Compañía. Es decir que la circunstancia de que los billetes á precio con rebaja se expenden en la Coruña exclusivamente y no también en Betanzos ocasiona solamente una incomodidad al viajero y un daño a la Compañía. Más grave todavía es lo que ocurre con los viajeros procedentes del interior que provisto de billete directo á la Coruña se apean en Betanzos. Unos, y estos son los menos son detenidos por estafa a la Compañía porque aunque vayan enfermos ó les detenga alguna circunstancia imprevista han de seguir viaje á la Coruña ó indemnizar á la Compañía por evitar a ésta un transporte más largo y mayores probabilidades de indemnización en su caso. Otros se valen de mil tretas para quedarse en tierra y lo único que se logra son disgustos, reclamación, pleitos tropiezos que constituyen un vejamen para el público y también perjudican a la empresa.
Si no hay perjuicio para las empresas, ni daño para las demás poblaciones, si la ley, la ética y la equidad aconsejan otorgar al Pueblo de Betanos la rebaja que se solicita, si no se sigue quebranto para nadie ni para la causa de la monarquía, si con esa medida se sirve al fomento de la riqueza y evita la ruina, acabamiento de un pueblo, existen fundados motivos para esperar una resolución satisfactoria. Cualquiera que sea esta es indudable al formarse las bases para la adjudicación de la explotación de la linea Bets al Ferrol, atendiendo a las virtudes que han de resplandecer en quien merece la confianza de la corona, ha de estudiarse detenidamente los anhelos de las comarcas interesadas antes de cerrar el trato por largos años con una poderosa compañía explotadora, que ha de buscar su negocio y nunca ofrecerá garantías bastantes a los pueblos.
Por las razones expuestas y por algunas otras que se omiten en obsequio a la brevedad pero que no han de escapar á la superior inteligencia del Sr. Ministro con el rendimiento debido, los que subscriben de V.E. solicitan:
Que al formarse las bases para el concurso de explotación de la linea férrea de Betanzos al Ferrol para cumplir lo prevenido en el artº 7º de la Ley etc… se previene que a la estación del Pueblo de Betanzos y del Ferrol se han de aplicar en todas las lineas de ferrocarriles las mismas tarifas de viajeros…»
Hasta aquí el inacabado escrito, que ponía de manifiesto el problema que embargaba a la ciudad de Betanzos, al tiempo de congratularse con la esperanza de que esta nueva linea impulsara el desarrollo de la ciudad, y solventara la sangría humana de la emigración.
Un sentimiento semejante al que actualmente se halla sometida una buena parte de la población de Betanzos, al haberse efectuado una peatonalización irracional en su recinto histórico, sin previos estudios sobre su viabilidad y consecuencias, lo que ha provocado el abandono de viviendas por sus antiguos propietarios, con el consiguiente deterioro de los edificios (muchos en ruinas, otros catalogados y de interés histórico-artístico en el suelo) y la desertización de sus establecimientos comerciales, con las consabidas pérdidas económicas amén de su transformación en un gueto, según predecimos en su día. Debemos hacer constar que la ciudad de Betanzos fue declarada Conjunto Histórico-Artístico el 31 de Diciembre de 1970.