Informe sobre la finca El Pasatiempo
Presentado en el Ayuntamiento de Betanzos el 17/02/1986. Registro número 370.
A LA EXCMA. CORPORACIÓN MUNICIPAL DEL AYUNTAMIENTO DE BETANZOS
Con fecha 17 de Octubre de 1983 y Registro de Entrada nº 1.986, dirigimos al Ilmo. Sr. Alcalde un escrito solicitando la apertura de expediente de todas las construcciones modernistas existentes en Betanzos, con el fin de procurar especiales precauciones a la hora de autorizar modificaciones y obras en estos monumentos, relacionando en el mismo pormenores de ubicación, fecha de construcción, maestro de obras o arquitecto y otras consideraciones generales. Entre ellas figura el Pasatiempo, construido por D. Juan García Naveira a principios de siglo, sobre el que a continuación vamos a referirnos particularmente.
En los albores del siglo XX (año 1912), y con el fin de paliar el enorme paro existente en nuestra ciudad, acomete el prócer brigantino la construcción del famoso Pasatiempo. Quizás no pensara D. Juan que su obra pudiese algún día ser clasificada en un esquema artístico, pero no cabe duda que logró en su imaginería un auténtico jardín «naïf», al estilo de los jardines románticos ingleses, con un barroquismo ecléctico en cuanto a su decoración: estatuas, fuentes, estanques, puentes, bancos, grutas, verjas, azulejos…
En la mente de los ciudadanos de Betanzos se mantiene perenne la belleza del Pasatiempo, incluso lo recordamos con gran cariño, los que tardíamente vivimos sus épocas de esplendor y recordamos las explicaciones de nuestros abuelos que hablaban de turistas alemanes, visitas ilustres e incluso de romeros que aprovechaban su acercamiento a nuestros santuarios para seguidamente visitarlo. Pero las nostalgias son amargas al acercarnos a la triste realidad, el abandono por parte de los herederos, impotentes de su mantenimiento, la destrucción de los canales, la infiltración de las aguas por el robo de tuberías en tiempos difíciles, la insidia pública ante la recuperación, permitiendo la venta de algunos elementos tras habérseles ofrecido previamente, y la admisión de escombros para rellenar, entre otros factores, han llevado al Pasatiempo al desolador aspecto actual.
Por suerte el momento que nos toca vivir se muestra propicio a la recuperación, jamás hemos dudado de la posibilidad; nos explicamos: conocemos con exactitud la situación de algunos estanques y canales que conformaban la zona dedicada a jardines; como hemos observado el relleno, su afloración es posible mediante una actuación en contrario, por ejemplo el estanque de los Papas; la fuente de las Cuatro Estaciones, a pesar de su mal estado, es igualmente recuperable, conserva el circuito de mármol de Carrara y aunque alguna de las esculturas está prácticamente destruida, su construcción de cemento permite un arreglo, a cierto plazo, siempre posible; también está la estatua de La Caridad propiedad de Betanzos; algún banco de las calles; la casa de entrada, de suma importancia y que, por cierto, exige un arreglo inmediato, pues se encuentra sin techumbre y en parcial ruina, únicamente están en pie sus muros. En fin un conjunto de elementos bien aprovechables en una nueva estructuración, en la que pueden conjugarse jardines, zonas de recreo y deporte, cuyo enlace con la parte superior, conocida por las grutas, podría conseguirse con un puente sobre la carretera de circunvalación para no verse obligados los visitantes a atravesarla. Como sugerencia, añadiremos que los estanques que se recuperen pueden disponer de agua suficiente y corriente, merced a la fuente del Escorial y otros manantiales de la zona, cuyas aguas residuales pueden aprovecharse para surtirlos con desagüe al riachuelo, ya utilizado desde un principio, que desemboca en el Mendo.
En numerosas ocasiones al referirnos al monumento en su conjunto, defendimos su restauración entendiendo que «restaurar» no significa devolver una obra a su estado primitivo, sino proceder a su conservación desde el momento en que se acomete su recuperación, desde esta perspectiva la Zona conocida como de las grutas, es posible en todos los aspectos, los derrumbes en algunas áreas, pueden solventarse mediante vigas y sostenes metálicos, lo que unido a una profunda limpieza y canalización de aguas, garantizaría su perfecta conservación; otros procesos; nunca desechables, podrían irse corrigiendo con el tiempo y posiblemente financiables con aportaciones de los visitantes.
Conocemos escultores que pondrían a disposición de nuestra ciudad algunos patrones de sus obras, entre ellas la cabra hispánica, el oso, el lobo, el águila… para decorar macizos u otros menesteres, únicamente a coste de su fundición, labor paulatina que podría igualmente estudiarse por sus resultados estéticos y de patrimonio cultural sumamente beneficiosos. Tema que mantenemos en el anonimato por no comprometer el ofrecimiento, dado que la talla de alguno está a nivel de Primera Medalla a Las Bellas Artes de España.
Es llegado el momento de hacer justicia con el Pasatiempo, un monumento del siglo XX, que el siglo XX destroza, pero que si el siglo XX recupera, será una realidad que las generaciones futuras sabrán agradecer. Hemos dicho en más de una ocasión que el Ayuntamiento que lo consiguiera cubriría una de las páginas más importantes de la Historia contemporánea de Betanzos, en sus manos está para orgullo de los betanceiros.
Llegamos a otra consideración de no menos interés, la atracción de Visitantes. Una ciudad como la nuestra que cuenta con un Patrimonio Artístico de suma importancia, con incentivos gastronómicos indiscutibles, con fiestas de resonancia nacional, con alrededores de incomparable belleza, que de hecho es muy visitada, con el Pasatiempo lo será mucho más, puede llegar a conseguir en su amplia magnitud el primer lugar de expansión para las ciudades que nos rodean y convertirse en uno de los focos turísticos más completos e importantes de Galicia, ofreciendo multitud de lugares de esparcimiento cultural y de recreo, de manera que los tours incluyan nuevamente a Betanzos en sus itinerarios.
En conjunto la finca el Pasatiempo debe ser declarada Monumento o Jardín de Interés Nacional, ello acarrearía una acción de restauración y conservación por parte del Estado, que la protegíera ante actuaciones posteriores contra su monumentalidad.
En suma manifestamos a V.SS. que nuestro sentir sobre el Pasatiempo de recia y sólida convicción, está al lado de quienes trabajan por adquirirlo y conservarlo, de manera que su desprivatización signifique el final de su deterioro y su restauración, el beneficio social añorado.
Betanzos a 11 de Febrero de 1986.
José Raimundo Núñez Lendoiro [Rubricado]
Cronista Oficial de la Ciudad