En 1840 se dispuso el cierre de las puertas de la ciudad a las 22h
14 noviembre 2012 • Blog
Finalizada la primera guerra carlista con el Abrazo de Vergara, convenio firmado en Oñate el 29 de agosto de 1839, entre el general isabelino Espartero y la representación del carlista Maroto, la ciudad de Betanzos se vería liberada de las partidas de facciosos que desestabilizaban la comarca y ponían en peligro la seguridad ciudadana.
Una de las medidas adoptadas para la vuelta a la normalidad era aprobada por la corporación municipal, en sesión del 10 de enero de 1840, presidida por el médico don José Andrés Gayoso «Alcalde primero Presidente», con la ampliación del horario de cierre de las cinco puertas de la ciudad:
«El Ayuntamiento teniendo presente que las circunstancias dela Guerra han tenido termino con el convenio de Vergara, y que las facciones de esta Provincia se han concluido en su mayor parte, afin de poder evitar á los vecinos de esta Ciudad la estorsion que seles causa de cerrarse las puertas dela misma tan temprano por tener que entrar con sus Carros y ganados, especialmente en tiempo dela Siembra y recolección de Cosechas, Acuerda: Que el Señor Presidente como encargado de Seguridad publica se ponga de acuerdo con el Señor Comandte de Armas y de la Milicia Nacional, afin de que determinen tenga efecto el cierre de las puertas de la Ciudad a la hora de diez de cada noche» (Archivo Municipal Betanzos. Actas, 1840. Sin catalogar).
El acuerdo antecedente viene a corroborar la importancia que para la seguridad de los ciudadanos tuvieron las murallas y puertas de la ciudad, y el interés mostrado por las autoridades locales en defensa de sus vecinos, una cuestión puesta en tela de juicio en los últimos años al retirarse los crucifijos que las presidían, y que preservaban a sus moradores de los malos augurios. Sería casualidad o no, pero lo que si es cierto es que, desde su desaparición, el recinto amurallado fue a menos, entre otras razones por haberse practicado una peatonalización irracional para la realidad de Betanzos, cuyo resultado inmediato ha sido la destrucción de la red comercial establecida en su interior desde tiempo inmemorial y en consecuencia la pérdida de valor de sus edificios en tan solo nueve años, con la consiguiente despoblación por parte de sus antiguos propietarios, sustituidos por residentes advenedizos de dudoso asentamiento y sin raíces para comprender la realidad de nuestro Conjunto Histório-Artístico que, de seguir al ritmo actual, pronto veremos convertido en un gueto. ¡El tiempo lo dirá!
La corporación municipal que regía los destinos de Betanzos en el año 2004, se ha ganado un destacado lugar en la Historia Contemporánea de Betanzos por su irredento acuerdo, extensible a las sucesivas por su responsabilidad subsidiaria al no poner remedio a semejante desatino.