Betanzos acude al rebato de La Coruña en 1599
16 octubre 2012 • Blog
Menos mal que el «Rebato» de la Coruña, de finales del mes de mayo de 1599, quedó en un gran susto que también afectaría a la ciudad de Betanzos, según hemos señalado en «La defensa de La Coruña en 1599«. Con el fin de poder recuperar el comercio marítimo que se les había cerrado, las autoridades holandesas formaron una escuadra al mando de los almirantes Van der Does y Gerbrandtsen, compuesta de setenta y cuatro buques con unos nueve mil hombres a bordo, que enviaron contra los puertos atlánticos de mayor provecho para reponerlo.
Informado del inminente peligro, el Gobernador y Capitán General del Reino de Galicia, Don Luis Carrillo de Toledo, Conde de Caracena, dispuso entre otras medidas el reclutamiento general de las Milicias más cercanas, con el fin de que asistiesen en la plaza ante cualquier eventualidad. De inmediato se pondría en marcha el protocolo de alerta en Betanzos y sus Mariñas, aunque con ciertas divergencias entre alguno de sus mandos, posiblemente debido al nerviosismo del momento y a la demasía de llamamientos en los últimos años, hasta el punto de convertir la excepción en simple rutina.
La relajada actitud de Don Francisco Villajuán Montenegro, Sargento Mayor de Milicias del distrito de Betanzos, ante la disposición de los efectivos mariñanes, habría de provocar la irritación del célebre Capitán Cristóbal Díaz de Omaña, distinguido con el grado de Alférez por su heróica intervención en el ataque inglés de 1589, que asimismo le valdría el siguiente ascenso a Capitán. El 30 de Mayo de 1599, antevíspera de la aparición de la flota holandesa ante la costa coruñesa, levantaba testimonio ante el escribano Pedro Fernández Carreira, del número de Betanzos, para dejar constancia de la afección de su superior ante la autoridad competente, en los siguientes términos:
» Hescrivano que hestais presente dame por ffee y testimonio en manera que haga ffee a mi el Capitan Cristobal Diaz vecino y rregidor de la ciudad de Betanzos en como Pido y rrequiero a Francisco Villajuan Montenegro Sargento mayor deste distrito en como puse a tres que tiene juntas hen esta ciudad ocho banderas y alistado la gente que por el señor conde de carazena gobernador y capitan general en este rreino ba llebar a la ciudad de la Coruña cunpla y guarde las hordenes que tiene y lliebe y hescoxa de las dichas conpanias la gente mejor y mas diestra en las armas y no a los pobres ni los que no saben usar dellas y no ande tomando y hescoxiendo por su pacion (pasión) que con ellos tiene y sus intereses particular que con ellos tiene y ruegos de personas con protestacion que hago de que no lo haziendo ansi y no conpliendo con las ordenes que tiene y no llegar a tienpo a la ciudad de la Coruña con la dicha gente protesto dello dar quenta a su señoria y de como ansi se lo pido y rrequiero una y mas bezes pido al presente escribano me lo de por testimonio y ansimismo que a la demas gente de las dichas conpanias que tiene hen esta ciudad dende los dichos tres dias las dexe yr hazer sus labores y las hespida y no les aga mas gasto y bexacion de la que tiene hecha y ansi se lo buelbo a pedir y rrequerir y que en todo cunpla las ordenes de Senor gobernador y ruego a los presentes dello me sean testigos. [Firmado] Cristobal Diaz [Rúbrica]. «. (Archivo Notarial Coruña. Protocolo 65, folio 30, de Betanzos).
El documento que antecede es un fiel reflejo del sentido de responsabilidad de nuestro Capitán, a quien nada ni nadie amilanaba, como bien entendió la Corona al reconocer sus valiosos servicios.
Tan efectivas fueron las medidas adoptadas que los holandeses desistieron de atacar la plaza, al igual que sucedió en Cádiz, aunque no corrieron la misma suerte los valerosos isleños de Las Palmas de Gran Canaria, que habrían de abandonar la capital ante el impetuoso ataque holandés.