• Rodrigo de Lago y los agravios de la renta de paños en 1586

    15 marzo 2013 • Blog

    Mercado callejero. Detalle del Theatrum Sanitatis. S. XIVEn todos los tiempos existieron defraudadores al fisco, lo mismo que expertos en zafarse de sus obligaciones contributivas. A finales del sigo XVI, el mercader Rodrigo de Lago, reconocido comerciante de tejidos vecino de Betanzos, suplicaba al corregidor de la ciudad que solventara los agravios que se observaban en el repartimiento de la renta de los paños, cuyas diferencias afectaban sensiblemente a los «tratantes y contribuyentes en ella», en los siguientes términos:

    «Illtre. Senor

    Rodrigo de lago vzº desta ciudad delante V.md. digo como tratante y contribuyente en la rrenta de los paños, que al tienpo que la dha rrenta se rreparte entre los dhos tratantes y contrebuyentes en ella, ay grandes diferençias y debates sobre el repartir. En que unos dizen que se les rreparten mas de lo que se les debia de rrepartir, y aun que para rremedio dello se nonbran personas para que rrebean el dho rrepartimiento y des agan agrabios con todo eso, ay pleitos en que se siguen gastos exçecibos y escandalo, y no se puede aberiguar lo que cada uno justamente debe por ser el trato tal que no se puede poner en albedrio, porque donde se presume que un trata quatro y trata ocho y el que se presume que trata ocho no trata quatro, y para que esto seceda lo menos se aga mejor con mas claridad pido Suplico a V md. mande que se aga cala y rregistro de los panos y de las mas cosas que tocan a nienbro de la dha rrenta, ansi de las que estan esta çiudad como las deste presente Año de ochenta e seis Entrare. En todo pido Justicia para lo qual su rreal Ofiçio ynploro. [Firmado] Rodrigo de Lago [Rúbrica]» (Archivo Notarial de La Coruña. Protocolo 44, folio 80, del escribano Alvaro Fresco de Solloso, del número de Betanzos).

    La rectitud y bonhomía del mercader Rodrigo de Lago, le habrían de proporcionar tantas satisfacciones como sinsabores, llegando a ser encarcelado en el mes de junio de 1604, por diferencias con el insidioso doctor Juan de Aba. En esta ocasión, la Justicia y Regimiento le apoyaría incondicionalmente, hasta el punto de presentar una reclamación ante La Real Audiencia, en razón al desmedido tratamiento que había recibido por parte de los alabarderos de la misma:

    «A hesta ciud binieron dos alabarderos desa audiencia con comision de V ssª a prender a Rodrigo de Lago de pedimiento del doctor Juan de aba y le pusieron en prision en cadena en donde le tubieron quatro dias sin le querer llevar a hesa audiencia y al fin deste tienpo le sacaron en la misma prision caballero en un cartago sin le querer quitar la cadena y aunque personas deste ayuntamiento les an ofrescido fianzas de diez mil ducados para que le llebase con mas libertad no lo an querido hazer, bien entendido tiene heste ayuntamiento que no a sido horden de Vssª sino de los alabarderos lo quisieron hazer por contenpliçion de dho doctor Juan de aba, hesta ciudad lo a sentido porque de mas de entender ques causa libiana el Rodrigo de lago hes ciudadano honrrado y como tal a tenido ofiçios en esta rrepublica de mucha honrra y confianza como a sido prº (procurador) general en ella, tenedor de bastimentos y otros ofiçios honrrados. Suplico a Vssª se sirba mandar que semexantes Ecesos de prisiones de su audiª se rremedien para que en lo adelante no eçedan a hir dende Vssª a quien nrº sr guarde largos anos como pide desta ciud de bets 13 de Junio 1604. [Firmado] Andres de Salçedo, Rodrigo Sanchez de Boado, Agustin Rodriguez de la Torre [Rúbricas]. Por la ciud de betanços. [Firmado] Gomez de baamonde [Rúbrica]» (Archivo Reino de Galicia. Legajo 15.634-47).

    El traslado del preso en un cuartago con cadenas, sería una de las razones esgrimidas por el ayuntamiento para formular la protesta antecedente ante el presidente de la Real Audiencia, por considerarlo como una conducción inmerecida, indecorosa e inhumana para tan respetable ciudadano. La respuesta sería ordenar que los firmantes y regidores de la ciudad de Betanzos ingresaran en la prisión de La Coruña por su atrevimiento, y esto sin considerar que don Andrés de Salcedo era corregidor Real de ambas capitales de provincia.

    El mercader Rodrigo de Lago habría de fundar vínculo y mayorazgo, que habría de recaer en su sobrina doña María Rodriguez de Lago casada con don Luis Reymóndez de Figueroa, y criaron a doña Antonia Reymóndez de Figueroa, hija de su marido. Esta doña María era hermana del licenciado Rodrigo de Lago, e hijos de doña María Rodriguez de Lago, hermana de don Rodrigo, que sería sepultada en la iglesia de Santiago de Betanzos.