Por Las Mariñas en bici
Publicado en XV Vuelta Ciclista a la Comarca Brigantina el 12/05/1996. Página 41.
Si bien una actividad deportiva precisa de un constante esfuerzo para realizarse, la competición concentra la entrega en el doble sentido de participar y obtener la recompensa del «podium», meta que eleva la moral para seguir luchando, y objetivo que colma las apetencias ante la trayectoria asumida.
La convocatoria anual de nuestro Club Ciclista, viene a satisfacer ese afán deportivo, como evento de una especialidad que ya forma parte del paisaje mariñán. Es difícil no encontrar algún ciclista, a cualquier hora, por las vías públicas de nuestra comarca; significativo rodar que respalda el grado de aceptación y práctica de este deporte en nuestro suelo, compartido por los numerosos clubes que se unen al acontecimiento.
Deportistas, acompañantes y seguidores se reparten, estratégicamente, por las poblaciones y recorrido. Tienen la oportunidad de acercarse, desde dispares lugares, a estas deslumbrantes Mariñas de Betanzos; varias en paisajes, de litoral y montaña; ricas en naturaleza, condicionada por climatologías distintas, razón de exuberantes espacios vitales que las distinguen, motivo y causa de su reconocida gastronomías, surtida de exquisitos manjares elaborados con productos obtenidos en los ríos, valles, montes y en la incomparable ría de Betanzos.
La dificultad para seguir el itinerario, se compensa con el aire limpio del ambiente, la mirada al viento irrumpida por excitantes olores procedentes de antergos lares, que evitan paladar a los corredores ilustrados por olfatos inconfundibles, expandidos por radios de velocidad imparable, toda una promesa para la pausa que sigue al esfuerzo.
Propiciamos la jarra del vino nativo, el «chiringuito a la brigantina» o el simple «chupito» de aguardiente de Betanzos, de los mejores del mundo, una vez cumplida la misión de cada cual, siempre en compañía de la amplia oferta gastronómica ofertada a doquier. En las tabernas, bodegas y restaurantes, los platos de mariscos, de pescados, de carnes, empanadas, las típicas tortillas de Betanzos, las verduras y legumbres de la huerta mariñana, la tierra mejor trabajada del Noroeste peninsular en la «Galice» de Bouhier, y cuya oferta se corresponde, como no, con la selección de lo mejor que se ofrece en el tentador recorrido, quesos de Curtis y Teixeiro; jamones y embutidos de Irixoa; cabrito al espeto y quesos de Monfero; proyas y pan del Tres; pulpo a la miñense; repollos de Souto; empanadas de Porto; truchas, reos y salmones del Mendo y del Mandeo, y un largo etc., que anima a la búsqueda de lo desconocido.
Pedalear con destino hacia Betanzos es un reto que merece la pena vencer.