• La procesión de la Dolorosa

    Publicado en Betanzos e a súa Comarca el 01/04/2000. Contraportada.

    A Doña Consuelo Cancela Da Torre, de la Junta de Gobierno y
    Ministra de la Cofradía, que durante más de medio siglo se
    desvivió por el culto a la Virgen, con la dignidad que distingue.

    El 4 de Abril de 1765, el paso de La Soledad no saldría en procesión. Los cofrades de la Ilustre Cofradía de La Concepción – Vera Cruz y Misericordia, indignados por la manera de concurrir del Ayuntamiento, se niegan a que la imagen salga de San Francisco y retiran la procesión, con la generalizada protesta de los gremios que con sus pasos ya habían llegado a la mitad de la Rúa Traviesa, según la antigua costumbre de participar en todas las Procesiones Generales, como en la principal del Jueves Santo.

    De poco le valió su perspicuidad a Don Francisco Fernández Montenegro, uno de los dos mayordomos de la cofradía, a la hora de dirigirse al Corregidor Don Alonso de Fonseca:

    «y rrespondidole con toda hurbanidad que era la que queda expuesta y sin reparar al sitio sagrado en que se allaua y día que era, la rrespuesta que le dio dicho Correxidor fue Empuñando el Baston en la mano encarandoselo al rostro, expresó se lo hauia de encaxar por la Voca, hasiendo al mismo tiempo ademan de executarlo… jurando en vozes altas que aquella noche o ouia de hir zenar a los ynfiernos o açer que… zenasen en la Carzel, destacando tropa… a quienes dio la orden ynmediatamente para prenderles como en efecto lo ha echo de algunos en sitio sagrado…»

    Estos hechos provocaron un ruidoso pleito, obrante en el Archivo del Reino de Galicia, legajo 1916-39, fuente documental del presente artículo.

    Desde tiempo inmemorial, la procesión observaba el orden siguiente: «los muchachos de las Escuelas cantando sus lamentaciones, como siempre lo hazen caminando delante dicha prozesion…», les seguían los pasos:

    «en esta conformidad, el Primero paso de la zena que hes del Gremio de San Pedro, uno de los cinco de que se compone el Comun. El segundo el de los Azotes del Gremio de San Miguel. El tercero el del huerto que hes del gremio de la Santísima Trinidad. El cuarto el de la Verónica que hes del gremio y Cofradía de San Antonio Abad. Cuios pasos llevan los individuos de dichos Gremios y alumbran con seis achas a cada uno sus respectivos Cofrades. Y los otros tres Pasos restantes, como son el de la Cruz a Cuestas, Christo en la Cruz y el de Nuestra Señora de la Soledad, son de las Cofradias de la Vera Cruz y Purisima Concepcion, que estan unidas las dos, y las gouiernan dichos escribanos, que alumbran en dicha prozesion al paso de la Soledad y los Rexidores Cofrades al de Cristo en la Cruz, al qual tambien lo hazian los Nobles que eran Cofrades. Y a toda la referida procesion la ba zerrando y prisidiendo dicho Señor Correxidor, como lo haze y siempre lo executaron sus antecesores…».

    En esta guisa, el recorrido se Iniciaba por la Rúa Traviesa, Puerta de la Villa, Campo de la Feria, Rúa del Castro, Herreros y Rúa del Canto para retornar a San Francisco, en cuyo atrio se había formado, con obligada parada y visita a todas las iglesias ubicadas en el itinerario. En lo que respecta al alumbrado oficial, la cofradía entregaba a los regidores «las velas de zera de a libra enteras»

    Como consecuencia del litigio, la Cofradía y el Ayuntamiento convinieron el protocolo a seguir y respetar en adelante, rubricado el 26 de Marzo de 1766, de manera que:

    «han de salir los dichos Corregidores, Cavalleros regidores y Procurador General, con sus expresados escribanos de Aiuntamiento y Veedores, desde las Casas Consistoriales al combento de San Francisco, desde oy en adelante para la Prozesion de dicho día de Jueves Santo… presidiendo en la motivada Prozesion… sin mas diferencia en todo que la de no sacar Mazas, hiendo como ban a los actos funebres de sus Caualleros Capitulares compañeros, en atencion a que el expresado día de Jueves Santo, no hes correspondiente salir dichas Mazas, ni vien de Carmesí, ni vien de luto… que el referido Paso del Christo Crucificado, lo lleve para maior authoridad uno de los Capellanes de esta M.N. Ciudad como acostumbra, y que a el y al de Nuestra Señora baian todos los cofrades puestos en dos filas alumbrando, de manera que a esta han de siguir las dos de la Comunidad, y a ella las dos de el cuerpe de Cavalleros regidores, Procurador General, Escrivanos de Aiuntamiento y veedores, zerrando en union del Señor Corregidor, y de forma que dicho Cuerpo de Cavalleros Regidores ha de presidir con su Corregidor, o quien sus vezes haga, sin mesclarse con otro cuerpo…»

    Compromiso que venia a suprimir, la antigua costumbre de acudir los regidores directamente desde su domicilio hasta la iglesia de San Francisco, para allí formar comitiva en la procesión, y con ello prevenir la asistencia de alguno «vestido de Color y no Negro».

    El ropaje de respeto o de luto Oficial del Ayuntamiento, también afectaba a los maceros, que al igual que en los actos oficiales de la Semana Santa, efectuaba sus salidas:

    «en las funciones funebres, como son las que zelebra por ovito de alguna persona Real, en cuio caso sale de dichas Casas Consistoriales con sus Mazeros con uistiduras negras y las mazas cubiertas de lo mismo.»

    Costumbre lamentablemente relegada, que presumimos pasaría al olvido por razón presupuestaria, y que nuestra Excma. Corporación Municipal debería recuperar.

    En todo caso se habla del «Crecido concurso de xentes que han concurrido», como cada año somos más, los que a su paso por nuestras calles, exclamamos ¡Dios te salve María Santísima de la Soledad!