Las instalaciones de la citada fábrica de chocolate ocupaban el bajo, primer piso y segundo del número 20, antiguo 17, de la calle de la Rúa Nueva, y último de los pisos que se ampliaba y conectaba con la edificación levantada ad hoc en el jardín de la Casa Núñez. En 1892 lindaba con la bodega de doña Juana González Fraga, viuda de don Juan Teijeiro Win, que la había adquirido el 27 de julio de este año a don José Leira Lago, en nombre de su hijo don Enrique Leira Rospina, ambos del comercio de La Coruña, que llevaba en arriendo Antonio Sánchez, y escritura en la que se describe como sigue:

» … Una bodega sita en la Calle de la Ruanueva de esta referida Ciudad, señalada con el numero diez y ocho, que lleva en arriendo Antonio Sánchez, formada á una sola agua y sin distribución en su interior, confina al Norte trasera huerta de la casa de los herederos de D. Domingo Núñez (Taboada), Sur en frente la calle de la Ruanueva, Este izquierda saliendo casa de los herederos de don Manuel Golpe Núñez, y Oeste derecha, la bodega hoy casa de D. José Núñez Piroto, antes de D. Domingo Núñez…». (Archivo Notarial de La Coruña, protocolo 4.150, folio 3.423, del escribano Juan Arines Montenegro, del número de Betanzos).

En efecto tanto esta casa como la principal de la calle de la Plaza Mayor nº 2, habían sido del banquero don Domingo Núñez Taboada, apoderado del primer Conde de Pardo Bazán, la primera por  adquisición y la segunda por herencia de su mujer doña María del Socorro Paredes, hija del escribano don Pedro Antonio Paredes, en razón a que su único hijo don Ramón ( Archivo Diocesano de Santiago. L.S. 11, folio 10 vº., bautizados en la iglesia de Santiago el 19 de febrero de 1852) falleció en Santiago a los veintiséis años siendo estudiante en su Universidad (Ibídem. L.S. 31, folio 558 vº., libro de difuntos de la parroquia de Santiago de Betanzos, el 11 de septiembre de 1878, en este asiento se registra que tenía dieciocho años), y quien al quedar sin descendencia directa dispuso el reparto de su cuantiosa fortuna entre sus hermanos, y en concreto a su hermano don Antonio Núñez Taboada le dejó la conocida Casa Núñez, que fabricó de nuevo su hijo don Antonio Núñez Piroto, según proyecto formado por su buen amigo el célebre arquitecto don Rafael González Villar en el año 1917, y finalizada en 1923.

En la planta baja situaron el depósito central, recepción de mercancías y pedidos, y en las otras dos plantas el taller de molienda, tostado, moldeo, y el de embalaje  y empaquetado, todo ello manejado por los empleados bajo la dirección y control de sus propietarios don Antonio y don José Núñez Piroto. Se mantuvo la fábrica en activo durante veintitrés años, al haber cerrado sus puertas el 26 de septiembre de 1914, en razón a la presión a que estaban sometidos con las distintas industrias que habían creado, de electricidad según va dicho, banca, maderas, tejidos, armadores, químicas, grandes almacenes y comercio, entre otras, que resultaban bastante más rentables. El cierre se produjo con la mayor naturalidad, por haber echado la llave sin tocar a los talleres, ni desmantelar el contenido de la fábrica, de manera que cien años después la hemos visitado con el consabido asombro por su estado de conservación. Su propietario el sobredicho artista don Jesús Núñez Fernández, con anterioridad a la venta de la casa de la Rúa Nueva, retiró las máquinas para el jardín donde se hallaban en el verano del año 2006  y propuso a las autoridades su traslado para situar en nuestro Museo das Mariñas de Betanzos, que no llegó a efectuarse por considerarlo inviable amén del robo nocturno que se produjo poco tiempo después, en el que se llevaron las estanterías de hierro fundido utilizadas para el secado de tabletas, de especial diseño, entre otros muchos elementos, y que por supuesto fue denunciado por su propietario ante la Guardia Civil, sin que hasta la fecha, que sepamos, se haya tenido noticia alguna ni sobre los causantes y amigos de lo ajeno, ni sobre las piezas robadas o desaparecidas. Una situación de desprotección pública que permite el libre albedrío de los ladrones, quienes campan por la propiedad privada sin el menor respeto ni temor, habida cuenta que aún siendo apresados se las arreglan para que los pongan en libertad de inmediato, como si tuvieran patente de corso sobre los bienes de los ciudadanos que trabajan honradamente para su consecución, y pagan impuestos para que se mantenga el orden y se respeten sus derechos, según es público, notorio y de general opinión.

Tras el cierre de la fábrica, el chocolate tenía que adquirirse en los ultramarinos de la localidad o de fuera de ella, y en los años veinte del pasado siglo en el obrador de don Francisco Rosende, natural de Betanzos, y de su mujer doña María Josefa Varela, nativa de Paderne, quienes lo instalaron en el bajo de la casa señalada con el número 3 de la calle de Pardiñas, antigua calle de doña Mencía, posterior de los Sombrereros y Plateros, de Méndez Núñez, calle de encima de la Cerca, calle de Sobre la Muralla y actual rúa da Cerca, según fue denominada en diferentes épocas, debajo de los soportales y lindante con la casa medieval de los Vilouzás, conocida como la Casa Gótica , (a la espera de recuperación desde el año 2008 en que fue desmontada por su propietario sin la debida autorización). En este taller se elaboraba chocolate a brazo con la utilización del arcaico metate, y en su mostrador se ofertaban la cascarilla, tabletas de chocolate y en polvo, con el apoyo sucesivo de sus hijos como doña Carmen «Carmiña», don José, casado con doña Mercedes Gabin Velo, fallecido el 19 de enero de 2018, y don Manuel Rosende Varela. En los años sesenta don José se trasladó a Venezuela, de donde regresó diez años después para instalar la Mueblería Roldán, en el número 4 de la calle del mismo nombre, e intervalo en que fue sustituido por su citado hermano don Manuel, que impartía clases en el Instituto Laboral de Betanzos y profesión que abandonó para trasladarse a trabajar en Alemania, y circunstancias que motivaron el cierre del negocio por falta de continuidad en 1970 aproximadamente. En la actualidad dicho metate se expone en la sala de oficios del Museo das Mariñas, por depósito del mencionado don José Rosende Varela «O Chocolateiro», buen amigo de nuestra casa al igual que sus descendientes y a cuya hija doña Mercedes Rosende Gabín, del comercio de antigüedades de Betanzos, agradecemos la información antecedente.

En la actualidad tanto el chocolate que se adquiere en los establecimientos comerciales como el que se consume en las reconocidas chocolaterías y churrerías de Betanzos, es introducido por las industrias especializadas del ramo y procedente de distintas localidades del País. En cuánto a la elaboración de chocolate artesanal, contamos con las excelencias que de la mano de don Ariel Hernán Mendizábal Rey, Maestro chocolatero de España 2005, se ofertan en su establecimiento de bombonería Doriel de Vilaboa, en Culleredo, que nos servirán entre otras exquisiteces para despedir el octavo centenario del traslado poblacional de Betanzos,  por privilegio rodado del Rey Alfonso IX otorgado en Valencia de don Juan el 13 de febrero de 1219, cuya celebración finaliza oficialmente el próximo día 13, y para recordar a quienes elaboraron chocolate en Betanzos de los Caballeros a lo largo de la Historia, con el fin de hacer más dulce, sabrosa y llevadera la vida de sus ciudadanos y visitantes.