El nombre de «Flavium Brigantium» corresponde a Betanzos
Publicado en La Noche el 04/03/1965. Contraportada y página 4.
Con el artículo que a continuación expongo, contesto al presentado por el Sr. Garcés en «La Noche» del pasado día 9, y con él doy por terminado, por lo que a mi se refiere, este litigio, pues mi trabajo no me permite dedicarle el tiempo necesario al mismo.
Creí que la política picante de algunos coruñeses, principalmente en aspecto periodístico, no contestaría a mi artículo del día 30, pero con cierta satisfacción por mi parte he observado que lo han hecho, aunque a mi entender con cierta insolencia, y encubriendo ésta con una serie de gazapos literarios que nada tienen que ver con lo tratado y que en realidad sobran; Igualmente me asombró mucho que una persona de elevada cultura, como lo es el Sr. Garcés, haya publicado una antítesis de la misma.
En su artículo aparece un párrafo de la «Historia Romana» de Dion Casio, donde puede leerse:
«Inde ad Brigantiam Calleciae urbem advectus homnes qui…».
La legítima «Historia Romana» de Dion Casio está en griego, y en dicho texto se dice «Brigantion», y no «Brigantiam», pues esta identificación es caprichosa en el traductor al latín, más aún, el pasaje es sospechoso de ser una interpolación (un copista lo puso al margen, y otro copista posterior lo incorporó al texto). Es imposible de creer que los ártabros, que estaban en Francia e Inglaterra, no conociesen la navegación y además lo que se cuenta es inverosímil, tratándose de pueblos aguerridos como eran los galaicos.
El nombre de «Flavium Brigantium» es abreviatura de municipium u oppidum Flavium Brigantium, y se refiere por tanto a una población que recibió su derecho municipal en la época de los Flavios, posiblemente en época de Vespasiano, que concedió el derecho a los españoles de ciudadanos romanos libres.
En el siglo IX el «Cronicon Salmanticense» o «Sebastiano», narra como los normandos llegaron «ad locum qui dicitur Farum Bregantium». Tengo entendido de Farum Brigantium que quiere decir Faro de los brigantinos, por lo cual no puede tomar este texto como testimonio a favor de La Coruña, pues siendo Betanzos «Flavium Brigantium» y La Coruña su puerto, con el faro, que se dijese ese nombre sería lo más natural y lógico.
Lo mismo le digo sobre la «Historia Silense» en el siglo XII, en el párrafo por usted descrito.
El Espasa es una obra seria y resulta un poco ridículo que el señor Garcés se justifique de aducir al Espasa como testimonio en su favor, porque se trata de una de las mejores enciclopedias del mundo, y un verdadero orgullo de España que nadie discute; y que «nos parece de mal gusto el tono pedante de todo el artículo, que no le exime tampoco de equivocarse». Nos asombra mucho que le perdone la vida al Espasa este eruditísimo señor, y también el que venga a traer a la polémica a San Juan de la Cruz.
«Modernamente Martínez Salazar… y Luis Monteagudo, han sostenido entre otros, la identificación de La Coruña con «Brigantia». Autores que como los anteriormente aducidos son silenciados por el articulista».
Me permito rectificar esa alusión hecha sobre esos autores, pues ellos dicen:
«No es acertado en sana crítica aplicarle con justicia, a la ciudad de La Coruña, los nombres de «Brigantia» o «Brigantium»; «Fundo esta conjetura ya apuntada en otra ocasión, en modificaciones y fonemas lingüísticos, comunes a las lenguas indogermánicas, que veo decisivos en el presente caso», dice el eminente polígrafo Martínez Salazar, presidente que fue de la Real Academia Gallega y cronista oficial de la capital herculina. (Algunos temas gallegos, páginas 297-299. Del Anuario Brigantino de 1949, dirigido por el cronista oficial de esta ciudad, y actual Secretario de la Real Academia Gallega, el señor D. Francisco Vales Villamarín).
El famoso y conocido arqueólogo D. Luis Monteagudo, tampoco está de acuerdo con lo que usted aduce, pues él dice que «Flavium Brigantium» no existió; él dice que lo que sí existió fue «Fravium Brigantium» (en la parroquia de Bravío, perteneciente a Betanzos, y cuyos feligreses, dicho sea de paso, pertenecen a la parroquia de Santiago de Betanzos).
Tenga usted presente que no iba a describir en mi artículo anterior una lista cronológica de todos los autores, historiadores y arqueólogos, que hablaron sobre el particular. Y sepa usted que no tengo culpa de ciertas faltas en algunos nombres, pues es frecuente en la prensa ciertas equivocaciones, a las cuales soy ajeno; y si por ese lado lleva su artículo, sirva de lección que altissiman, como usted pone, no es con N, sino con M, y es más, el legítimo texto de Paulo Orosio, dice: «Secundus Hispaniae angulus», y no como usted afirma «secundos angulos».
Usted decía en su artículo que Cornide y Hübner sostuvieron siempre que La Coruña era «Flavium Brigantium», contrariando mi afirmación anterior, pero de nuevo le reafirmo lo por mí atestiguado, y le invito a que repase los escritos de estos señores.
También en sus «pro-Betanzos», dice que los escritores locales se dejan influir por un justificado deseo. ¿Y los escritores coruñeses no?
Sobre la veracidad de que Betanzos es «Flavium Brigantium», escribieron muchos historiadores y escritores. Voy a citar algunos de ellos, que unidos a los ya citados muestran una interesante prueba sobre el particular.
«Sabido es que una de nuestras antiguas ciudades se llamó «Brigantia». No disputaré si fue La Coruña o Betanzos. La más fuerte porción de hombres doctos sentencia a favor de esta segunda», Escribe D. Celestino García Romero, en el Boletín de la Real Academia Gallega (1925-26, página 43).
«Betanzos es la «Brigantium Flavium» de la época romana, que sustituyó a antiguos centros celtas y preceltas, desarrollados en la tierra mariñán» «Atendiéndose a la etimología, «Brigantium Flavium», debe aplicarse a Betanzos», escribe D. Ramón Otero Pedrayo, en su Guía de Galicia (páginas 248-230)
También en la «Historia de España» el académico D. Manuel Rodríguez Codola nombra a «Flavium Brigantium», identificándola con el actual Betanzos también en sus mapas (páginas 92, 140 y 204).
El famoso historiador Huerta y Vega escribe en sus «Anales de Galicia»: «La capital de los Brigantes era la que llamaron los romanos Brigantium, y hoy se llama Betanzos».
El señor Valeriano Requejo, en sus «Thesaurus hispano-latinus», también nombra en el vocabulario de nombres geográficos a «Flavium Brigantium» y lo identifica con Betanzos.
Don Eugenio Carré Aldao, en la historia de Julio César, en la página 303, hablando de «Flavium Brigantium» la identificó con Betanzos. También escribió: «No sometidos aún los galaicos, vino Augusto a nuestro país, y después de la batalla de Pemenium, puso cerco a Brigantium, fortificándose para ello en la altura del Castro de Uncia, lugar donde más tarde había de tener asiento definitivo el hoy Betanzos».
En la Historia de España de Modesto Lafuente identifica a Betanzos con «Flavium Brigantium» e igualmente, claro está, en los mapas de dicha historia.
El internacionalmente conocido profesor Sánchez Albornoz, ha declarado más de una vez que «Flavium Brigantium» era Betanzos. Supongo que esta personalidad histórica tendrá más influencia en la presente polémica que algún otro que desea ser considerado doctor en historia (Sánchez Albornoz, según declaraciones del señor Vales Villamarín).
Igualmente afirmaron lo dicho los historiadores, Labrada Fulgioso, Saavedra, Barros Silvero, Amor Meilán, Lampérez, y una indefinida lista de eminentes polígrafos, filólogos, historiadores, escritores, etc., a los cuales no puedo preservarles un lugar, pues el artículo ya se hace largo.
Walfredo, monje cisterciense de la Abadía de Meira, escribe en 1503 sobre Betanzos, edificado «ad litoris maris super monthem Tibarum». Tibarum no es otro que el monte Tiobre, Betanzos o Vello.
El Castro de Uncta y las orillas de los ríos Mendo y Mandeo, eran del Monasterio de Sobrado, y este por real cedula de Alfonso IX, tuvo que renunciar a ellos para edificar la actual ciudad de Betanzos, «Villam de Betanciis ad Castrum de Vnctia, ad instantiam et petitionem habitatorum ipsius Ville», Este fragmento es de los primeros en que aparece el nombre anterior de Betanzos.
Si el bueno del Sr. González Garcés desea después de las razones expuestas, y las no presentes de otros historiadores, que «Flavium Brigantium» sea La Coruña, no tengo inconveniente que con todos los medios a su alcance traslade Betanzos materialmente a la capital de la provincia, y así finalice la cuestión.