En el año 1884 se produjo el cuarto brote de cólera morbo asiático que se extendió por diversos puntos de la Península Ibérica en el siglo XIX. Los efectos de la noticia de un posible avance hacia nuestra tierra, motivó la alarma de las autoridades, temerosas de su transmisión entre la población, y en consecuencia la conveniencia de buscar remedios de todo índole para luchar contra su expansión.

En la sesión municipal supletoria con carácter ordinario del 17 de julio de 1884, presidida por el alcalde don Manuel Sánchez Cordero, ante la problemática que se plantea y en relación con la organización de los festejos patronales en honor de San Roque, como último de los asuntos a tratar según la convocatoria de esta Junta, se dirige a la Corporación en esta guisa:

«… también se manifestó por dicho Sr. Presidente que otro de los puntos que la expresada convocatoria comprende es el de acordar la clase de festejos que han de celebrarse en honor del Patrono Tutelar de esta Ciudad el Glorioso San Roque en los días catorce, quince, diez y seis y diez y siete del inmediato mes de Agosto; y el Ayuntamiento enterado, teniendo presente que motivado al precario estado de su erario solo se consignó en el presupuesto formado para el ejercicio económico corriente, que se halla pendiente de la aprobación del Sr. Gobernador Civil de la Provincia, la suma de doscientas cincuenta pesetas para los gastos que dichos festejos ocasionen. Considerando que la indicada cantidad es insuficiente para celebrar la referida festividad con que viene verificándose desde hace siglos en que esta población advocó su Patrono Tutelar á dicho Santo al tomarle como su intercesor y protector con ocasión de una epidemia que diezmó los havitantes de esta Ciudad. Considerando que dada la circunstancia de existir en la actualidad en la vecina República Francesa el Cólera morbo Asiático, cuya epidemia se teme llegue á invadir nuestro territorio, la Corporación debe hacer todo cuanto le sea posible para cumplir el Solemne voto hecho por sus Antepasados, Acuerda nombrar tres Comisiones compuestas de los tres Concejales Don Carlos Castro Ares, Don Juan Pedro Lissarrague y Don Andrés Arrive una; de Don Carlos Lago Freire, Don Antonio Núñez  y Don José Carro otra y la última de Don José Penedo López, Don Andrés Espiñeira y Don Antonio Golpe Estévez á fin de que pasen á los domicilios de los vecinos de la parroquia de Santa María del Azogue y barrios del Puenteviejo y Magdalena de esta Ciudad los de la primera y los de las dos últimas á los de la parroquia de Santiago y les inviten á una suscrición voluntaria con objeto de celebrar los insinuados festejos, y recojan al propio tiempo la cantidad con que cada uno tenga por conveniente contribuir á tan piadoso como laudable objeto; lo que se haga público por el Sr. Alcalde á medio de bandos ó edictos; y que en vista del resultado que produzca la mencionada suscripción se acordará la clase de festejos que hayan de celebrarse. Asi lo acuerdan y firman S.S.S. de que yo Secretario certifico.[Firmado]. Manuel Sánchez Cordero, Andrés Arribe, Carlos Lago Freire.[Rúbricas].».

El secretario del ayuntamiento era por entonces nuestro pariente don Eladio Salgado Somoza.

Según se ha podido observar, la Ciudad se dispone a cumplir con el Voto a su Patrono San Roque a pesar de los pesares, con las arcas públicas vacías y a la espera del desprendimiento del vecindario para poder hacerlo con la debida solemnidad, como exige la tradición y lo efectuaban nuestros antepasados.