Exportación de vino de Betanzos en el s. XVI
Publicado en Betanzos e a súa Comarca el 01/05/2002. Página 20.
En la cultura vitivinícola mariñana, es natural que los cosecheros hablemos de nuestras plantaciones, las variedades implantadas tras la gran plaga, la recuperación de variedades autóctonas, y si se quiere también de los pesticidas más recomendables o adecuados, aunque si lo hacemos del vino, cada cual se enorgullece del suyo y se muestra agradecido ante el paladar que lo ensalza. Es el orgullo de lo propio, el resultado del esfuerzo realizado, y en definitiva el prestigio de los caldos de nuestra comarca.
Pocas veces se habla de su exportación, debido posiblemente al «mareo» que padecen nuestros caldos si se les traslada sin los cuidados debidos, lo que se traduce en la conveniencia de consumirlos «in situ», con la garantía que ofrecen los cosecheros de abasto, al servirlo en sus casas o bodegas propias, dentro del marco natural de su elaboración artesanal, donde el ambiente entrañable hace de lo propio un universo de vivencias, que se transmiten sin método ni forma, en el justo lance del encuentro compartido sin previo diseño.
En pasadas centurias, nuestros vinos soportaban animados traslados sin detrimento de sus cualidades, si por tierra a lomo de las mulas en las recuas de los carreteros, si por mar a bordo de navío con destinos varios. Uno de los fletes más curiosos que conocemos, se concierta en nuestra ciudad en el año 1579 y se redactó en la manera siguiente:
«Afletamiento del Señor Rodrigo Freire de Andrade.
En el nonbre de Dios amén, sepan quantos esta carta de afletamento vieren como yo Graçia (sic) de Santa Clara, maestre que soi despues de Dios del navio nonbrado El Espiritu Santo, surto en el cais del Payo Fermoso de la ciudad de Betancos que Dios Salve y guarde, y bezino de la villa de Castro de Ordiales, otorgo y conozco por esta presente carta que afleto el dicho mi navío al señor Rui Freire y de Andrade, vecino e rregidor de la ciudad de Vetanços questa presente, para que pueda cargar en él veinte y dos pipas de bino que tiene en la dicha ciudad y otras catorçe en el puerto de Vañobre que son por todos treinta y seis, para lo qual hos tengo de dar el dicho navío estanco de quilla y costado vien amazinado con sus anclas, velas y amarras y con toda la mas xarcia que para seguir viaje se rrequiere, puesto y anclado dentro de segundo día en los dichos Puertos conque dentro de terçero día sea obligado a cargarlo, so pena que si mas me detubiere aguardando por la carga sea obligado a me pagar por cada un día ochio rreales para costa mía y marineros del dicho navío y ansi cargado, tienpo aviendo tienpo no perdiendo, me partiré derecho con el dicho navío y mercadoría para la villa de Rivadeu, donde a de ser la verdadera descarga sin acer ota ninguna demora, salvo la que nuestro Señor fuere servido dar por algun caso fortituito, conque dentro de otros seis días sea obligado de descargar la dicha mercadoria e dexarme libre el dicho navío, so pena de pagarme otro tanto por cada un día que mas me detoviere y conque por raçon de dicho flete sea obligado de me dar e pagar por cada una de las dichas Pipas siete Reales dentro del dicho término, so pena que no lo açiendo pueda vender tanto del dicho vino que baste para pagarme lo más que sobrare lo dexar a vuestro Riesgo en la dicha Villa de Ribadeo en poder de persona que con ello hos acuda, e yo el dicho Rui Freire de Andrade ansi rescibo de bos el dicho maestro el dicho nabío en el dicho flete e me obligo de dar la carga y rescibirla y açer paga dentro del término que de suso ba declarado so la dicha pena e para lo cunplir e pagar anbas partes damos y otorgamos todo nuestro poder cumplido en forma a las Justicias seglares de Su Magestad e de sus Reinos y señoríos arte quien esta carta paresçiere de lo en ella contenido o parte dello fuere pedido execucion e conplimento de Justicia… otorgado en la dicha çiudad de Vetanços a diezeseis dias del mes de Jullio de mill y quinientos y setenta e nueve años, estando presentes por testigos Domingo Femandez clerigo Retor de Santa Cruz e Domingo Garcia criado del dicho señor Rui Freire e Alvaro de Casanova bezino de Callobre e yo escribano que doy fe conosco a los otorgantes: y se entienda quel dicho bino se a de entregar a Julian de Carrança, Receptor de los Alfolies de la sal de la dicha Villa de Rivadeo, el qual lo a de resçevir, testigos los dichos. [Firmado]. Ruy Freire de Andrade, Garcia de Santa Clara. Pasó ante mi. [Firmado]. Juan Perez Alvarez. [Rúbricas].». (Archivo Notarial de La Coruña. Protocolo nº 6, año 1579 del escribano de Betanzos Juan Pérez Alvarez).
Hemos visto como el Señor de Bañobre, comercializaba los excedentes de vino de su cosecha, tanto los de su bodega de Betanzos cono los del Pazo de Bañobre, en cuyos puertos se cargaban con las garantías señaladas y otras adicionales con aceptación de deuda incluida, para mayor firmeza y buen fin de la transacción.
El permanente esfuerzo que se realiza en la mejora de nuestros vinos, y las garantías que ofrecen las nuevas técnicas, son el mejor caldo de cultivo para superar las seculares deficiencias que afectan al sector, cuya recuperación no será definitiva hasta que su vino pueda volver a exportarse. Mientras tanto, para «mojarse» hay que acercarse a nuestras bodegas o acudir «Á Festa do Viño», en donde podrán compartir su exclusividad.