• El triste destino del «Rollo»

    11 mayo 2016 • Blog

    In memoriam de los señores don Francisco Vales Villamarín y don Camilo José Cela Trulock, ilustres cronistas oficiales que fueron de la ciudad de Betanzos de los Caballeros y de la villa de Padrón, en el ciento veinticinco y cien aniversario de su nacimiento respectivamente (Betanzos, 7 de mayo de 1891, y Padrón 11 de mayo de 1916), a quienes he tenido el honor de conocer y tratar.

    El crucero del Rollo, desaparecido en la II República. Acuarela de Martínez Santiso.El próximo 14 de julio se cumplen dos años de la publicación de nuestro trabajo sobre «El Rollo», aparecido en el Programa Oficial de la Feria Franca Medieval de Betanzos de los Caballeros de 2014, e investigación que permitió dejar asentado el antiguo emplazamiento de este desaparecido monumento medieval.

    El «Rollo» se había instalado en la Plaza del Castro en la Edad Media, como lugar preeminente para situar el símbolo de la jurisdicción municipal e insignia por excelencia de su poder, pregonado a los cuatro vientos con sus respectivos «canes», y monolito con el que afirmaba su condición de realengo ante el Palacio Consistorial y la Torre cívica concejil o del Reloj, al igual que había sido implantado en la mayoría de las plazas mayores de España, una vez que «…obtuvo el rollo de villa…».

    Tras el cambio del azogue o mercado de Santa María para la mencionada plaza por disposición de los Reyes Católicos, traslación refrendada el 6 de diciembre de 1493 (remitimos a nuestro trabajo «Traslado del mercado en el Siglo XV – Santiago contra Santa María = El Castro contra el Azougue« publicado en el Programa Oficial de Fiestas Patronales 1999), se debió de efectuar a su vez la mudanza del «Rollo» para el altozano de La Penela, al borde del «…Camino que ba para las Cascas y Roybeira…», también conocido como el sitio del «Peso», enfrente del Camino Real que desde el Campo de la Feria conduce al Puente de las Cascas, por el que discurre el Camino Inglés a Santiago (véase nuestro trabajo «Betanzos: Encrucijada de Rutas Jacobeas», publicado en el Programa Oficial de Fiestas Patronales 1993), y asimismo salida de la ciudad hacia Orense y otras partes, y lugar que por esta razón sería bautizado con el nombre de «Campón del Rollo», futura Calle del Rollo y Peso, y Calle del Rollo.

    En el trabajo específico señalado, publicamos la instancia elevada al ayuntamiento por el labrador Francisco Pardo, el 19 de febrero de 1817, en solicitud de que la Ciudad le aforase el terreno en donde se alzaba el «Rollo», de una extensión aproximada de doscientos metros cuadrados, para añadir a la viña inmediata de su propiedad y librarla del acoso a que estaba sometida por los amigos de lo ajeno, según exponía. Para lograr su pretensión, se comprometía a mantener y custodiar «… libre y expedita la insinia de dho Rollo sin poderlo tirar ni desmoronar aun quando se cierre e incorpore dentro de toda la finca…». El siguiente 7 de marzo, el regidor don Juan Inocencio Martínez (llegó a ejercer como Capitán de Milicias de La Coruña, donde residía), comisionado por el ayuntamiento y acompañado por el perito tasador Domingo Cachaza y de don Benito Manuel García Pérez, escribano de ayuntamiento, informa que:

    «…pasaron a ber y reconocer la porción de terreno ynculto al sitio da Penela… en donde se halla la insignia del Rollo de que Francisco Pardo… solicita foro… y se halló que por la parte del Levante confina en muro de piedra que le dibide de Parral de dho Francisco Pardo y herederos de Franco (Francisco) Miranda, Norte en cassa que principio a hazer, y está por Concluir la viuda de Dn Antonio Basilio Nuñez o su hijo Dn Roque, vendabal en muro de Piedra que le dibide de Parral de Manuel Pedreira y al Poniente con dho Camino que ba a las Cascas y Roibeira, la que hace en sembradura un tercio ferrado y un quartillo de otro de centeno por conponer Doscientos quarenta y una baras quadradas… y que con respecto… que se le haga el foro que pretende tiene que… hacerle una Muralla por la parte del Camino en linia de dha Cassa… graduó dho Perito su renta y pension en Diez rrs… Y consiguiente dho Señor Regidor Comisionado debe manifestar e Ynformar que… no halla inconbeniente el que se le conceda por foro el Motibado Terreno en la pension Citada… vajo la condicion de que el nominado Franco Pardo y sus herederos han de conserbar en pie y en el ser y en el estado que tiene oy dia la insinia del Rollo, sin escarbar sus Cimientos de modo que sea Causa de su ruina, por ser una de las antiguas de esta Ciudad que debe permanecer…».

    El ayuntamiento en sesión del 11 de marzo de 1817, durante el sexenio absolutista, acuerda acceder a lo solicitado con las condiciones expresadas en el informe antecedente, y comisiona al susodicho regidor para que subscriba la escritura en su nombre, que formaliza el mismo día ante el mencionado «…escribano de Ayuntamiento, Hipotecas y Marina de Betanzos y su Partido…».

    Poco después de finalizada la casa de don Roque Basilio Núñez, la primera que se construyó al costado izquierdo del Camino en dirección al Puente de las Cascas, con domicilio en la casa de la Rúa Travesia nº 10, heredada de sus antepasados, se procedió por parte del Pardo al cierre de la viña con la muralla comprometida en el foro y lindante con la del sobredicho don Roque. Al tratarse de una zona muy transitada, como camino obligado de acceso a la ciudad por el Sur, muy pronto Francisco Pardo discurrió el fabricar una casa con su tienda para mayor provecho de la inversión, pero como las condiciones subscritas no se lo permitían, tuvo que posponer el proyecto a la espera de mejor momento.

    A partir del 14 de abril de 1820, fecha en la que tomaba posesión la nueva Corporación del Ayuntamiento Constitucional de Betanzos, que se mantuvo durante tres años en el poder, periodo conocido como el Trienio Liberal, Francisco Pardo aprovechó la implantación de la Constitución de 1812, que propiciaba «…quitar y demoler todos los signos de vasallaje que haya en sus entradas, casas capitulares, ó qualesquiera otros sitios…», según rezaba el Decreto de las Cortes del 26 de mayo de 1813, y sin otra consideración procedió a derribar el «Rollo» para edificar una casa sobre el solar, en seguimiento de la inmediata reacción popular contra estos monumentos, por la ignorancia de su auténtica simbología, y destrucción tolerada sino propiciada desde las instituciones públicas.

    Una vez finalizada la casa, Francisco Pardo instaló en el bajo una bodega o mesón para la venta de vinos y otros productos al público, e inmueble que le alquiló a don Andrés Bermúdez y a su mujer a razón de ochocientos reales al año, pagaderos por meses. El 21 de febrero de 1828, presentó demanda de expelo contra el arrendatario por deberle dos meses y con la escusa de efectuar obras de reforma, una cuestión de puro trámite debido a que se habían obligado verbalmente, es decir sin mediar escritura de arriendo, de manera que el desahucio fue autorizado y llevado a efecto por ante el escribano Andrés Peón Méndez, en la manera siguiente:

    » Razón de entrega de Llabes y Muebles al Pardo.

    En Betanzos a doce de marzo de mil ochocientos Vte y ocho Yo Esno habiendome constituido en este dia en la Casa del Peso estramuros de esta Ciudad acompañado de Dn Andres Vermudez Su muger y Dn Franco (Francisco) Pardo, en virtud delo que tenian tratado, se entregaron por los dos Sres dhos al Pardo, todas las Llabes de la Citada Casa y admas los muebles sgtes Tres Basos dela Aguardiente: Cinco del Vino: Un Barril de Arroba, con una porcion de Binagre de Vino del Pais: Seis Jarras de Barro, Una Olla de Barro pª Aceite: Las Balanzas y Pesas: Un Juego completo de medidas del Vino por menor muy deteriorado y ronpido: Una Pipa Catalana Bacia: Una mesa de sentarse sin pies: Un Banquete donde Come la gente: Cinco Canteros de madera donde se coloca dha Pipa: Un Bufete, un Banco con Respaldo: Un Cajón delos del Azucar: Una Tarima con seis tablas Clavadas en el Tablado, y un Cabalete: Y una partida de Palos en la Quadra. De cuios muebles y llabes se hizo cargo el Pardo en el estado en que se hallan sin perjuicio de reclamar los mas que dice le faltan, asegurando Tambien el Vermudez y su Muger que no recibieron deel otros Algunos mas de los que van espresados, Y estos con condicion de que el Pardo los recogeria para su Casa. Y que conste lo Anoto y pongo por deligencia que firma el Pardo, y no los demas por no saver de que yo Essno doy fe. [Firmado] Francisco Pardo [Rúbrica]. [Firmado] Peón [Rúbrica].» (Archivo Municipal de Betanzos. Caja 3.557, sin catalogar).

    No se equivocaba don Andrés Bermúdez de que la intención del propietario era la de poner a otro colono, según manifestaba en las diligencias, porque él y su mujer siempre habían cumplido con exactitud. En este sentido hemos localizado un documento fechado el 2 de enero de 1831, por el que se intenta notificar un auto a Antonio de Castro, vecino de la parroquia de Santa María de Cortiñan, y debido a que se hallaba ausente, el instructor interpeló a los vecinos sobre su paradero, quienes declararon que se hallaba en el lugar llamado del Peso y mesón de Francisco Pardo que llevaba en arriendo (Ibídem. Caja 3.564, sin catalogar). De cualquier manera, el inventario de entrega de las existencias nos acerca a la realidad de un pequeño mesón caminero de los extramuros de la ciudad.

    Efectivamente Antonio de Castro llevaba en arriendo la Casa y mesón referidos. En la Contribución de Utensilios correspondiente al año 1831, en la calle del Rollo consta el siguiente asiento : «…Antonio Castro ó el qe havite la Casa de Francisco Pardo confitero por ella y contra su dueño ocho rrs y veinte y dos mrs por su industria tres rs, hacen once rs y veinte y dos mrs…» (Ibídem. Caja 1.679, sin catalogar). En esta ocasión figura el propietario con el oficio de confitero, y no es de extrañar puesto que por el foro del Rollo tan sólo tenía que abonar diez reales al año a las arcas municipales, y en su nueva realidad percibía ochocientos reales anuales de renta, diferencia que le permitió cambiar su modo de vida por otro mucho más dulce y llevadero.

    Patentiza la regularización del nuevo estado de la propiedad, su inclusión en la Contribución de Utensilios de Betanzos correspondiente al año 1833, en cuyo libro figura el asiento de la partida siguiente: «…Francº Pardo por la casa y huerta seis rrs…» (Ibídem. Caja 6.243, sin catalogar).

    Hasta aquí lo acontecido en la propiedad de Francisco Pardo, aunque sin concreción directa y documentada sobre el «Rollo». Logramos nuestro propósito merced a la demanda planteada por don Tomás Illá, pobre de solemnidad, contra nuestro antepasado don Roque Basilio Núñez, en razón al perjuicio que le causa la parra levantada con varas que cubren el terreno de servidumbre para ambas propiedades, cuando en el proceso se demuestra que había sido iniciado por el demandante. El 21 de junio de 1836, don Celestino Martínez del Río en representación de don Tomás Illá expone:

    «…porque ¿Quien que cuente veinte y cinco años de edad y viviese todos ellos en este Pueblo dejará de conservar memoria de qe el sitio que ocupa en el día el Parral del Essno Peña; el del Pardo y parte de la casa del Nuñez acia el Sur sino toda, se halla construida y formados aquellos en el Terreno qe se nombró Rollo, el cual era comun? Desecho este y pasado aquel á dominio particular en mayores ó menores porciones, situado como se hallaba al poniente dela viña de mi defendido…» (Ibídem. Caja 3.582, sin catalogar)

    Aseveración que carecía de fundamento en cuánto a la propiedad de don Roque Núñez, puesto que según quedó demostrado documentalmente ya existía con anterioridad al foro que la ciudad le otorgó a Francisco Pardo, al igual que levantó su casa sobre el propio muro de división de su viña. Pero lo más significativo es que persona tan considerada en la ciudad como el señor Martínez del Río, alcalde de la ciudad en cinco ocasiones, pusiera de manifiesto el haberse retirado el Rollo, de donde se deduce que no existió intención alguna de recuperar el monumento.

    Transcurrido un mes, el 22 de julio de 1836, presentó sus alegaciones don José Agustín García como procurador de don Roque Núñez, y en su nombre manifiesta que:

    «…La muralla de la pieza de mi parte, dentro ó sobre la que esta construhida la Casa ni aumentó ni atrasó desde que se Sacó el rollo, ni en todo el tiempo inmemorial que tiene de antiguedad y esta sito ó mas antiguo que el Rollo mismo, en terminos que es el limite dibisorio de la finca de mi defendido, tanto que la confinante está de arrimo y sin enlace alguno con ella, de modo que el limite és, no solo la parte interior, sinó la esterior de dha pared, no solo para el Vecino, sinó para el Illá mismo en la estension de dos baras y media de longitud…» (Ibídem).

    En esta diligencia del procedimiento se afirma que se sacó el rollo y claro está que en su lugar se levantó la casa de Francisco Pardo. Lo que nos llama poderosamente la atención es que no se hubiese pronunciado denuncia alguna sobre el particular, máxime por la constancia judicial de que se hace mérito, y novedad que tampoco pasaría desapercibida para los absolutistas, promotores del disparatado foro, salvo su temor a las represalias liberales, proclive actuación de sendas formaciones políticas en los periodos revolucionarios de este siglo.

    Los colindantes con las propiedades de don Roque Basilio Núñez y de don Tomás Illá en 1835, eran Domingo Vázquez, Juan Felipe Naveira, don Joaquin Blanco y don José Victorio Peña (Ibídem. Caja 3.581, sin catalogar).

    ¡Sabe Dios lo que hizo Francisco Pardo con las piezas del Rollo!, suponemos que las mantendría a buen recaudo durante algún tiempo, por temor a cualquier reclamación relacionada con las obligaciones contempladas en la escritura del foro municipal y en salvaguarda de su responsabilidad en el desmocho. Pasado el tiempo y con la seguridad de no sufrir quebranto alguno, acabarían incorporadas a cualquier obra de fábrica o sosteniendo la parra de su viña. De no haberse realizado su búsqueda hasta mediados del siglo XX, en que está área de la ciudad padeció una intervención urbanística descontrolada y en cuyo desarrollo se hizo desaparecer todo vestigio anterior, podemos dar por perdida la antigua insignia del «Rollo», un menoscabo contemporáneo a la aparición de mandatarios que se preocupan más de sus propios intereses que de la cosa pública.

    A tenor de lo infructuoso de nuestras pesquisas y en honor a la constancia seguiremos investigando sin prisa pero sin pausa, persuadidos de que la pérdida de nuestro patrimonio histórico artístico y monumental, es debida a la abulia administrativa y la incultura política.