El prolífico abad de San Pedro de Villarmayor
10 febrero 2013 • Blog
Sería muy atrevido quien rebatiese al abate don Antonio do Río, cuando con donaire sentenciaba «Quen dixo medo nesta parroquia onde hai tanto crego» (quién puede decir que existe miedo en esta parroquia teniendo un cura con tantas agallas).
Y no era una fanfarronada, de atenernos a las diligencias del pleito promovido por don Diego Manzanas de San Xiao, procurador de causas de la ciudad de Betanzos, con el Provisor del arzobispado de Santiago, en razón al presunto amancebamiento y libertinaje practicados por dicho párroco de San Pedro de Villarmayor.
Este cura era hijo de Antonio do Río, vecino de Insua, en la feligresía de San Pantaleón das Viñas, donde también tenían su domiclio Dominga do Río, su tía, viuda de Alonso García, quien testaba el 16 de Abril de 1672, con mandas propias de una persona timorata.
El interrogatorio tendría lugar en Puentedeume, durante el mes de abril de 1673. El día 8, se le tomaba declaración a Juan Díaz, vecino de esta villa y a quien un amigo de Betanzos:
«…me a dicho que el licenciado Antonio dorrio clerigo presbitero vecino de la feligresia de San Pedro de Villarmayor que hesta çerca desta villa y se alla con buena bolssa y un gran troço de açienda y bienes de patrimonio y conprados, heste tal clerigo hesta publicamente amançevado teniendo al de presente la puta en cassa y prenada e yxos de otras y otros que se le an muerto, biviendo todo su vida desta manera dando mal exenplar… [Firmado] Juan diaz de Serantes [Rúbrica]» (Archivo del Reino de Galicia. Legajo 27.279-3, folio 313).
El 30 de abril siguiente, declaraba Miguel da Cámara, vecino de San Pantaleón das Viñas, quien dice que sabe y es verdad que:
«…Anda amançebado publicamente a bos y fama de todas las personas que le conosen y mesmo sabe el testigo que tiene una moça en su cassa llamada Maria y es costurera preñada… y de otras moças tiene un yxo y una yxa y ademas que tiene en su casa prenada a pan y cuchillo tiene otras mas y mismo sabe el que declara que por una bes biniendo dicho clerigo de la çiudad de Betanços para dicha feligresia de San Pantaleon traya consigo dos moças y las llebó a las hespaldas de la cassa en donde bibia Antonio dorrio su padre aora difunto y aguardo tienpo para que dicho su padre y la más jente de su cassa se acostasen y despues abrió una puerta grande que ay en una torre de dha cassa y les llamó por señas y les dio la mano y las entró dentro de dicha cassa y que dormieron en ella… Y lo mesmo… que poderá aber como seis años.. que allandose el testigo en cassa de una moça llamada Dominga alias mariona en la dicha feligresia de San Pantaleón, la sobredicha hestando con su madre le dieron dolores del parto y el testigo tubo mano en ella hasta que parió y preguntandole cuyo era el niño que abia parido le respondió era del dicho licenciado Antonio dorrio y porque no asia caso della ni le daba lo que era necesario le abia de aser destruir y que ya no era la primera bes que del abia parido del sobre dicho el qual dicho niño y otros de otras mugeres solteras tiene en su cassa. Y lo mismo… despues de beber demasiado…». (Ibidem).
Se aprecia en los testimonios cierta saña y mucha envidia, mal nacional, aunque el proceso demuestra que tenían la razón y que habían declarado lo evidente, como también lo es que este tipo de casos se mantienen en nuestras Mariñas con la misma desfachatez que entonces.