• Conmemoración del centenario del traslado y nominación del Ayuntamiento de Miño

    12 septiembre 2019 • Blog

    A las 13,00 horas del pasado día 8 de septiembre, tuvo lugar en el frontis del ayuntamiento de Miño la conmemoración del centenario del traslado de la capitalidad del antiguo ayuntamiento de Castro, establecido originariamente en el lugar de Viadeiro, para su actual emplazamiento en A Carreira, con el consiguiente cambio de titularidad del Municipio.

    Como preludio del acto principal, el cuarteto de gaitas del País de la Sociedad Cultural, Deportiva y Recreativa “O Castro” de Miño efectuó un recorrido por las calles de la villa, a manera de dianas y alboradas, con el alegre y compasado ritmo galaico que lo caracteriza. Desde dos días antes la Asociación de Amas de Casa de la localidad, con su activa presidenta doña María José López González, formaron una extraordinaria alfombra floral dedicada al municipio, con la representación de su escudo de armas, los años significativos de la centena, y los frutos del mar y la tierra que dieron vida a sus habitantes en su Historia, con una exquisitez sin parangón y que fue muy celebrada por propios y extraños.

    Inició el turno de intervenciones, al pié de la escalera de acceso del palacio consistorial en el quese había instalado un atril, la destacada miñense y presentadora de la TVG doña Mariola Rodríguez Pedreira, quien ante la Corporación Municipal, autoridades, representantes de la cofradía de pescadores y demás asociaciones de la localidad, y el numeroso público que acudió a la celebración, puso de manifiesto la razón del acontecimiento y el esfuerzo de los organizadores y voluntarios para lograr tan esmerada consecución, para seguidamente ceder la palabra adon José Raimundo Núñez-Varela y Lendoiro, cronista oficial de Miño, que procedió a dar lectura a su disertación.

    Una vez finalizada dicha intervención, hizo uso de la palabra don Manuel Vázquez Faraldo, alcalde del ayuntamiento de Miño, para señalar las circunstancias históricas que movieron el cambio y el traslado del municipio, las dificultades que tiene que afrontar la nueva Corporación Municipal, al mismo tiempo de requerir la colaboración ciudadana para hacer frente a los retos que se tercian, haciendo votos por la prosperidad del pueblo de Miño, siempre viable de contar con el apoyo del pueblo y de las instituciones, como la mejor vía para trabajar por un futuro mejor, dando las gracias a todos los presentes por su participación.

    Acto seguido el alcalde y el cronista procedieron a descubrir un memorándum, grabado sobre una artística cartela, del texto publicado en el Boletín Oficial de la Provincia del 8 de septiembre de 1919, en el que constan las ocho parroquias que conforman el ayuntamiento de Miño, situado sobre un caballete a la derecha del atril y cubierto con la bandera de Galicia.

    Y para finalizar intervino nuevamente doña Mariola Rodríguez para testimoniar su congratulación por la colaboración de todos los presentes, seguida del señor alcalde que anunció la presencia de don Ignacio Grueiro Paz, nieto de don Ignacio Paz del Río, alcalde de Miño en 1919, que fue efusivamente ovacionado.

    Don Ignacio Paz del Río, alcalde de Miño en 1919. Foto carnet de 1927, gentileza de su familia.

    A continuación cerró el solemne acto el citado grupo de gaiteros con una magistral interpretación del Himno de Galicia.

    Intervención del cronista oficial de Miño

    Intervención del cronista. Detrás se encuentran el alcalde y doña Mariola Rodríguez.

    Ilmo. Sr. don Manuel Vázquez Faraldo, alcalde del ayuntamiento de Miño, miembros de la Corporación Municipal, autoridades, vecinos, señoras y señores, tengo el honor de dirigirme a Uds., con motivo de la conmemoración del centenario del traslado de la capitalidad del ayuntamiento de Castro a la villa de Miño, con el consiguiente cambio de denominación del Municipio, aprobados por la Excma. Diputación Provincial en sesión del 4 de agosto de 1919, y acuerdo publicado en el Boletín Oficial de la Provincia de La Coruña del siguiente 8 de septiembre, siendo alcalde don Ignacio Paz del Río, y acontecimiento que oficialmente hemos comunicado a la municipalidad el 3 de junio del año 2000.

    Decíamos por entonces que “… tras varios años de paciente búsqueda, habida cuenta de la desaparición del archivo municipal, a causa del voraz incendio que padeció la Casa Consistorial a las veinticuatro horas del día 18 de Diciembre de 1944, como se destaca en la sesión extraordinaria celebrada por el ayuntamiento el día 20 del mismo mes, hemos localizado el Boletin Oficial… n.º 208 del Martes 9 de Setiembre de 1919, en cuya sección del =GOBIERNO DE PROVINCIA=, se publica lo siguiente:

    Secretaría

    Negociado 1º.- Administración municipal.

    La Diputación provincial, en sesión del 4 de Agosto próximo pasado, previo el oportuno expediente y en uso de las atribuciones que le confiere el artículo 7º de la vigente ley Municipal, acordó el traslado de la capitalidad del Ayuntamiento de Castro al pueblo de Miño y que éste sea el nombre de dicho Municipio.

    Lo que en ejecución del mencionado acuerdo, se publica en este periódico oficial para general conocimiento.

    La Coruña 8 de Septiembre de 1919.

    EL GOBERNADOR. Andrés Garrido”.

    En el citado escrito comunicábamos asimismo que daríamos a conocer esta novedad en la prensa del siguiente mes, como efectivamente se efectuó con el artículo “ El cambio del ayuntamiento de Castro para Miño”, aparecido en el periódico Betanzos e a súa Comarcadel 1º de julio del año 2000 (consultable en nuestra web). Tres años después y en el programa oficial de las fiestas de San Pedro, publicamos el trabajo de investigación “Génesis del Municipio de Miño- Periodo Constitucional de 1812”, con el fin de testimoniar el esfuerzo de las pasadas generaciones para asegurar la posesión y asentamiento de la cabecera de su término jurisdiccional.

    Otros lastres para esta consecución se produjeron durante el Trienio Liberal, al constituirse en marzo de 1820 el ayuntamiento del Partido de Callobre, presidido por don Domingo Varela, y que se mantuvo durante tres años hasta su abolición por disposición del Excmo. Sr. Don Pablo Morillo, Conde de Cartagena y General en Jefe del Ejército de operaciones del Reino de Galicia, en el que ejercía como Gobernador y Capitán General, mediante oficio del 14 de julio de 1823, el mismo día que hizo su entrada en Betanzos el Ejército Francés de liberación, conocido como de los Cien milHijos de San Luís” en el que formaban voluntarios españoles, y que fue remitido por don Ignacio de Mella y Barbeito, como corregidor interino de dicha capital, con el fin de restituir los ayuntamientos a su estado de enero de 1820.

    Para la realización de las diligencias post-derogatorias fue comisionado don Francisco Javier Fernández, quien recibió de manos del citado ex-alcalde Domingo Varela y de don José Sebastián de Vales, secretario del extinguido ayuntamiento de Callobre, la documentación administrativa correspondiente al corto periodo de su actividad, y expedientes de los que hicieron entrega al mismo tiempo de estampar su firma en Callobre el 27 de julio de 1823, y experiencia que no volvería a producirse en el futuro.

    Por este tiempo mantenían su actividad la carpintería de Ribera de Benito Pérez, entre otras de Loyos, con la construcción de las tradicionales embarcaciones conocidas como “minuetas” y lanchas por encargo de pescadores de Sada e industriales de Ferrol, a niveles de seis al año tan sólo por el sobredicho. Se contaba asimismo con tres barcos para el acarreo de fletes a distintos puertos de la circunferencia, y seis dornas de pesca, con veintidós marineros matriculados en el Puerto de Miño. También funcionaban a todo rendimiento la fábrica de curtidos de San Juan de la Arena en Ponte do Porco, propiedad de don Joaquín Jofre y Compañía y más tarde de la familia Etcheverría, y el Almacén levantado en A Ribeirapor el catalán Pedro Galcerán Finet con destino a la fábrica de salazón de sardina y su comercialización, seguido por su yerno Ramón de Horta y por don Juan Cagiao Castro, que lo mantuvo en activo hasta mediados del pasado siglo, época en la que brillaban la industria maderera Rodríguez Hermanos” y la“Cooperativa de Consumos de los Productores de las Maderas” de gran influencia económica en toda la bisbarra. La actividad agrícola se centra al igual que la mercantil en los mercados limítrofes y en especial en la próxima villa de Pontedeume, a cuya jurisdicción perteneció la feligresía de Santa María de Miño durante el Antiguo Régimen, y ambas a la desaparecida Provincia de Betanzos.

    Sin duda alguna el cambio estructural más significativo se produjo en las comunicaciones, con la construcción de la carretera de Betanzos a Jubia, cuyo tramo hasta a Ponte do Porco fue aprobado por Real Orden del 26 de agosto de 1851, finalizadas cinco años después, y vial que situó en segundo plano el antiguo Camino Real por donde discurre en la actualidad el Camino Inglés a Santiago. La siguiente realización fue la instauración de la linea ferroviaria que enlaza Betanzos con Ferrol, inaugurada el 5 de mayo de 1913, y acto sobre el que publicó al día siguiente “El Noroeste” una crónica en la que trata de su trayecto, en la que señala:

    “… Saliendo de Betanzos (pueblo) se atraviesa el río Mandeo, sobre un puente metálico, y después de pasar bajo un túnel inmediato a aquél, se sigue bordeando la margen derecha de la ría de Betanzos, hasta llegar primero al apeadero de Paderne, y luego a la primera estación del trayecto que es la de Miño. Este lugar es uno de los puntos más concurridos en el verano y seguramente con la nueva linea le espera un porvenir muy brillante por sus deliciosos paseos y su gran playa de baños. Dese allí se divisa al otro lado de la ría, Sada, y al borde del mar Fontán. Tiene, además, Miño, la ventaja de estar inmediato á la carretera de Betanzos a Ferrol…”. (En nuestra web entrada Centenario del ferrocarril Betanzos-Ferroldel 3 de mayo de 2013).

    Sobre aquellas actividades industriales, oficios de menestrales y demás adelantos del municipio, hemos venido realizando investigaciones en diferentes archivos y dado a conocer algunos de sus alcances en distintos medios de comunicación, y esperamos que próximamente salgan a la luz los que tenemos en preparación para general conocimiento de los naturales y vecinos, con el propósito de aunar Historia, Turismo e Imagen como enlace del pasado con las futuras generaciones, en el ejercicio de nuestra función pública y compromiso como cronista oficial del ayuntamiento de Miño.

    Es de agradecer el meritorio esfuerzo realizado en la exaltación de este centenario por la Asociación de Amas de Casa que tan certeramente preside doña María José López González, mediante la confección de la extraordinaria alfombra floral de exaltación del blasón municipal, autorizado por Real Decreto 770/1979, previo estudio e investigación realizado por el Ilmo. Sr. D. Francisco Vales Villamarín, nuestro antecesor cronista oficial de Betanzos, en el que figura la iglesia de Plata mazonada de sable, sobre fondo azul, simbolizando el cielo y la desaparecida iglesia que se alzaba sobre el Castro de Curbeiros. El otro cuartel de Ondas fajadas de plata y azul, en razón a las oceánicas aguas Atlánticas que bañan la costa miñense. Timbrado con corona Real cerrada.

    Ha llegado la hora de aunar esfuerzos con las autoridades locales para subsanar las múltiples dificultades a las que tienen que enfrentarse, como consecuencia de los avatares administrativos que han heredado y que son de general conocimiento. Una situación que precisa de grandes sacrificios y ausencias para ser solventados, por cuya razón hacemos votos para que tanto la Xunta de Galicia como el Estado Central se involucren con soluciones firmes y efectivas, con el deseo y esperanza de que su dedicación y buen hacer despejen la nubosidad del horizonte, en beneficio del buen gobierno y en favor del progreso de Miño, esta hermosa villa del Golfo Ártabro cuyo ayuntamiento cumple hoy su primer centenario, y que es tan querida y amada por sus naturales como por todos aquellos que tenemos la suerte de compartir sus encantos.

    ¡ Viva Miño !